Detector de temas sensibles

    No faltan otras investigaciones sobre temas poco explorados, como las actividades y el consumo de un sector de la población poco estudiado: el segmento de mayores de 65 años. O las relaciones ambiguas entre los argentinos y el ambiente.
    Este es el tipo de trabajo que produce de modo permanente el Departamento de Research de Quiroga Agencia de Medios, que dirige la licenciada Sandra Zabala. Lo que sigue es una muestra de la producción más reciente de una actividad que busca ilustrar a los clientes sobre hábitos de consumo de la gente, prácticas y tendencias que merezcan destacarse.

    Primaria y secundaria

    Datos contrastados en la educación básica regional

    El objetivo es evaluar el estado de la educación básica en 11 países de América latina, aquellos con los cuales los argentinos, por diversas razones, están más familiarizados. Para ello se toma como punto de partida ciertos indicadores monitoreados por Cepal (Comisión Económica para América latina y el Caribe).

    Los datos de cada país son los últimos disponibles por esta organización y, en general, corresponden a 2011.
    Aunque asistir a la escuela primaria suena como algo básico y elemental todavía es una asignatura pendiente en algunos países de la región. Uruguay, México, la Argentina y Ecuador han hecho bien los deberes y están cerca de la anhelada marca máxima.
    Perú, Brasil, Venezuela y Chile están en buen camino y solo deben esforzarse un poco más. En cambio, Bolivia y Colombia todavía tienen que insertar en el sistema cerca de 10% de sus niños. Sin embargo, por lejos la peor situación es la de Paraguay donde cerca de 15% de los niños en edad escolar están fuera del sistema.
    Otro indicador de interés en relación a la educación primaria es cuantos individuos de entre 15 y 19 años tienen este ciclo completo. Chile y Uruguay son los mejores ubicados en esta lista ya que casi la totalidad de los adolescentes termina la primaria. En la Argentina existe 4% de individuos en ese rango etario con estudios primarios incompletos. Paraguay y Ecuador son los que presentan la situación menos favorable ya que no tienen dicho ciclo finalizado 7% y 8% de los adolescentes, respectivamente. En el resto de los países analizados la falta de este título se da entre 5% y 7% de los adolescentes.
    Los datos sobre la educación secundaria son menos esperanzadores. Chile y Perú son los países con la mejor situación aunque eso implique que casi 20% de los jóvenes entre 20 y 24 años no hayan completado el ciclo secundario. En la mayoría de los países analizados, la Argentina incluida, entre 30% y 40% de los jóvenes del rango etario de interés no tiene estudios secundarios completos. Curiosamente Uruguay y México, cuya matriculación primaria está al tope del ranking, son los países peores ubicados en este.
    Respecto a la tasa de alfabetización Bolivia y la Argentina están a la cabeza del ranking entre los países analizados y el último lugar lo ocupa Perú, donde 97,4% de su población es alfabeta. Es decir, a esta altura al menos la alfabetización no parece ser un gran problema para América latina.
    El gasto público en educación como porcentaje del PBI entre los países analizados varía entre 2,6 (Perú) y 6,3% (Bolivia), pero hay que tener en cuenta que este valor para muchos países no es el último sino el último disponible por Cepal. En particular para la Argentina, el número es el correspondiente a 2009. De todas formas, resultan de mucha utilidad sobre todo para conocer que este porcentaje puede variar mucho de un país a otro.
    A modo de conclusión es posible un último análisis. Para ello se construye un indicador muy simple al que denominamos “Índice de desarrollo educativo” y que da cuenta de los logros en esa materia (el mismo varía entre 0 y 1). Es obvio que para universalizar la educación y para que esta sea de calidad se requiere de una importante inversión monetaria. Sin embargo, esto solo no alcanza. Al cruzar los valores del índice de desarrollo educativo con el gasto público en educación (como porcentaje del PBI) se advierte que, como era de esperar, estas variables no están necesariamente correlacionadas.
    Es decir, destinar un alto porcentaje del PBI a educación no es necesariamente garantía de éxito educativo si esto no va a acompañado de políticas en la materia acordes a la problemática que se desea afrontar. Así hay países con alto índice de desarrollo educativo y que no son los que invierten un mayor porcentaje del PBI en educación (ejemplo: Chile o Perú) y otros que a pesar de la magnitud del gasto público medido en términos del PBI obtienen una baja puntuación del índice antes dicho (por ejemplo: Bolivia, Brasil y México).

    Fuente: http://estadisticas.cepal.org/cepalstat/WEB_CEPALSTAT/perfilesNacionales.asp?idioma=e

    Niños y adolescentes

    Leve ascenso de la población escolar

    Todos los años al comienzo del ciclo lectivo, el “back to school” está en boca de todos. Pero no solo por los últimos modelos de mochila o el precio de una cartuchera de tres pisos. Temas más sustantivos merecen una reflexión.

    En ese marco pareció pertinente preguntar si la cantidad de niños y adolescentes en edad escolar que efectivamente concurren a clases aumentó en los últimos años. Los datos corresponden a la Encuesta Permanente de Hogares realizada por Indec en los 32 aglomerados urbanos más importantes del país, los cuales reúnen a algo más de 60% de la población total de nuestro país. Se realizó un análisis comparativo entre el tercer trimestre de 2003 y el segundo trimestre de 2011.
    Los resultados del estudio son:
    Durante el periodo analizado la población con edad entre los 5 y los 9 años tuvo un crecimiento de 1,9%. Es decir, pasó de 6.007.990 a 6.123.172.

    Figura 1
    En 2003, 88,5% de la población en edad escolar asistía a clases en un establecimiento educativo. En 2011 lo hacía 90,7%, es decir, la inserción y permanencia escolar aumentó 2,2% en ocho años (Figura 1).
    En 2003, 40.149 niños y adolescentes no habían asistido nunca a la escuela. En 2011 ese número descendió 72%, a 11.044. Este descenso se dio principalmente entre niños de 5 a 9 años (Figura 2).

    Figura 2
    Entre los matriculados en instituciones educativas la asistencia a establecimientos públicos bajó de 74% a 71,1%. Este descenso es más notorio entre los niños de 5 a 9 años: 72,7% en 2003 vs. 65,5% en 2011(Figura 3)

    Figura 3
    La asistencia a establecimientos educativos creció muy significativamente en el rango etario de 0 a 4 años. En 2003, 32,6% de los niños de esa edad concurrían a un centro educativo mientras que en 2011 esa cifra se elevó a 45,8%.
    Si se analizan los datos según los distintos aglomerados urbanos se observa que en la gran mayoría de ellos no hubo cambios significativos en los últimos ocho años. Es decir, el porcentaje de niños y adolescentes entre 5 y 19 años que asisten a establecimientos educativos permaneció prácticamente constante. Tucumán, a la cabeza de los cambios estadísticamente significativos, registró un aumento de 10% en el porcentaje de escolarizados. Por otro lado, en Bahía Blanca – Cerri, Gran Rosario y Concordia los números dan cuenta de que en 2011 la situación respecto a 2003, había empeorado.

    El universo de los que estudian

    ¿Son más estudiosas las mujeres que los hombres?

    Según datos del Censo 2010, en nuestro país hay 38.087.384 personas de 3 o más años, de las cuales 32% asisten a un establecimiento educativo en calidad de estudiantes. Esta es la distribución de los estudiantes según el nivel de estudios que cursan.

    13% inicial, 37% primario, 34% enseñanza media (EGB, Secundario y Polimodal) y 15% educación superior (Superior no universitaria, Universitaria y Posgrados). Es interesante notar que en educación superior se encuentran 12% de los hombres, mientras que entre las mujeres este valor asciende a 17% (Ver gráfico 1).
    En la Argentina, son 13 los años de educación obligatoria y están divididos en tres niveles: inicial, primaria y secundaria.
    Si analizamos a los estudiantes desde el rango de edad al que pertenecen podemos notar que algo más de la mitad de los niños de 3 y 4 años concurren a un establecimiento educativo (recordemos que este nivel no es obligatorio). La gran mayoría de los niños entre los 5 y 14 años están escolarizados, aunque no sucede lo mismo con los del grupo de 15 a 17 años.
    En este rango solo 79% de los varones y 84% de las chicas estudian. Es decir, a pesar de los esfuerzos que se han hecho en el país en este sentido, para que todos nuestros jóvenes terminen la secundaria, todavía es una materia pendiente. Por otra parte, en el rango de 18 o más años (generalmente cursando algún tipo de educación superior) encontramos a 64% de las estudiantes mujeres y tan solo a 51% de los estudiantes varones.
    Que los individuos tengan acceso a la educación superior y puedan completar una carrera de este tipo es muy importante para el desarrollo de un país. En la Argentina de entre las personas de 20 o más años (26.352.712), 6,37% posee un estudio universitario completo (6,06% de los varones y 6,66% de las mujeres).
    Es interesante destacar que entre los 20 y 49 años de edad la proporción de mujeres es superior a la de hombres, mientras que a partir de los 50 años sucede lo contrario. Seguramente este resultado es el reflejo de las postergaciones de que eran objeto las mujeres hasta no hace mucho tiempo. Sin embargo, la situación actual nos lleva a preguntarnos ¿porqué hoy en día la proporción de estudiantes de nivel superior no es similar en ambos sexos?

    Los que no tuvieron oportunidades
    La Argentina está entre los países con menor proporción de analfabetos a escala mundial y en Latinoamérica solo es superada por Cuba y Uruguay. Son analfabetos 1,92% de la población de 10 o más años (641.246 personas). Sin embargo este porcentaje presenta una amplia variabilidad entre las diferentes provincias de nuestro país.
    Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones son las más afectadas, y las menos: CABA, Buenos Aires, Tierra del Fuego y Santa Cruz, todas estas con valores menores a 1,5%. También es interesante destacar que en algunas provincias hay más proporción de analfabetos mujeres y en otras la proporción es mayor en hombres.

    Los que todavía no usan computadoras
    Pese a los avances realizados para disminuir la brecha digital entre los argentinos, todavía hay mucho por hacer. Del último censo surge que 47% de los habitantes de nuestro país no utiliza computadoras. Se trata de 17.600.184 personas y obviamente el problema se agrava a medida que aumenta el rango etario. No obstante, 16% de aquellos que no utilizan computadoras son niños y adolescentes en edad escolar (2.884.992 individuos de 6 a 19 años).
    Resumiendo, según el censo 2010 en la Argentina existen 12.286.648 estudiantes cursando alguno de los distintos niveles educativos de nuestro país. A su vez, se espera que las distintas acciones de inclusión en el plano educativo que están llevando adelante distintos organismos e instituciones logren su objetivo: la pronta incorporación al sistema de todas aquellas personas que deban y/o deseen recibir algún tipo de educación oficial y al día de hoy no pueden hacerlo.

    Actividades favoritas

    El consumo de los mayores de 65 años

    Los avances de la salud han permitido que la expectativa de vida del ser humano haya crecido significativamente en los últimos años. Además, este incremento en años también ha sido acompañado por un aumento en la calidad de vida. Una consecuencia de esto es que el porcentaje de individuos mayores de 65 años ha aumentado dentro de la población general.

    Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de 2012, entre los 32 aglomerados urbanos más importantes de nuestro país este grupo de personas alcanza los 2.714.765 de individuos. Ciudad de Buenos Aires es el aglomerado que posee mayor proporción de individuos (sobre el total de la población) de 65 años y más (16%), seguida por Mar del Plata–Batán (15%) y Bahía Blanca–Cerri (14%).
    Es para destacar que los partidos del Conurbano Bonaerense son el aglomerado con mayor cantidad de personas pertenecientes a este rango etario (1.030.120, conformando 38% del total de personas de 65 años y más en el país), sin embargo, este target compone solo 10% de la población de este aglomerado.
    Según el TGI (Target Group Index) las personas de entre 65 y 75 años son en su mayoría mujeres (58%). 46% se encuentra casado, mientras que 33% ya enviudó (estas dos categorías conforman 79% del target analizado).
    Si bien entre las actividades que realizan con mayor frecuencia se encuentran “salir a caminar”, seguida por “escuchar música” o “reunirse con amigos”, es para destacar que las actividades que más afinidad tienen con el target analizado son aquellas del tipo sedentario como, por ejemplo, “Crochet/ tejido/ costura/ bordado”, “Jardinería / Paisajismo”, “Ir a museos”, “Cerámica / Artesanías”, “Cocinar/Actividades culinarias”, “Pintar/Dibujar”, “Crucigramas” o “Leer Libros”.
    Otra característica a tener en cuenta es que 81% de las personas de 65 años y más esta jubilada, y solo 13% trabaja.
    82% de las personas de entre 65 y 75 años se definen como principales compradores del hogar, convirtiéndose en un target muy atractivo para el mercado publicitario.
    Entre los medios que poseen mayor penetración en el target analizado se destaca TV abierta y va pública en primer lugar, seguido por TV cable, diarios del domingo y radios AM. Si tenemos en cuenta la afinidad con los distintos sistemas se destaca la radio AM en primera instancia, seguida por las revistas de diarios, diarios (de lunes a sábados y domingos) y revistas quincenales, demostrando la fuerte predilección del target por los medios tradicionales como son los gráficos y radiales.

    (El contenido de este informe fue elaborado por el Departamento de Research de Quiroga Agencia de Medios. Como fuentes se utilizaron: Segunda Ola de la Encuesta Permanente de Hogares 2012 (EPH) / Indec. Y TGI – Ibope / Nov 11 – Oct 12 (se consideraron para el presente estudios a las personas de 65 a 75 años de las principales plazas de nuestro país).

    Evolución del uso en la Argentina

    Distinto patrón de crecimiento para Internet y teléfono móvil

    Ambos instrumentos han modificado enormemente la forma en que nos comunicamos. Sin embargo, la manera en que los argentinos nos fuimos acercando a cada una de estas tecnologías fue muy diferente.

    Se realizó un análisis de la evolución del uso de Internet y de la posesión de teléfono celular durante los últimos nueve años en la población general. También se hizo el análisis teniendo en cuenta las diferencias según sexo y rango etario. Los datos provienen del TGI (Target Group Index) de Ibope, encuesta que cuenta con una muestra de cerca de 10.000 individuos de entre 12 y 75 años que viven en los principales centros urbanos de nuestro país. Esta muestra representa a una población de 20.252.000 personas.
    Lo primero que llama la atención es la diferencia entre la proporción de la población que usa Internet y la de las personas que poseen celular. Al momento de la investigación, los primeros representaban 61% de la población considerada y los segundos 82%, mientras que en el año 2004 estos valores eran de 31% y 41%, respectivamente.
    Además la forma en que creció el uso de Internet es diferente a la forma en que lo hizo la de posesión de celular. La primera de estas curvas presenta una rapidez de crecimiento más o menos constante, mientras que en la curva de posesión de celular crece más rápidamente hasta el año 2007 y luego lo hace en forma más lenta. Es decir, la aparición de los celulares fue más “explosiva” que la del uso de Internet al comienzo del período considerado.
    En cuanto a la evolución en el uso de las dos tecnologías según sexo, en ambos es semejante, aunque entre la población masculina la penetración es mayor. En cuanto al uso de Internet esta diferencia es más marcada. Esto es un ejemplo más del hecho de que el hombre suele ser más “tecnológico” que la mujer.
    Además el uso de Internet creció más rápidamente entre los hombres durante el período 2004–2007, mientras que en las mujeres lo hizo a partir de 2010. Quizás esto último se deba al auge de las redes sociales, las cuales posiblemente ayudaron a que entre las mujeres creciera el interés por Internet, ya que generalmente estas son más sociables que los hombres.
    En relación a la evolución del uso de Internet según el rango etario es interesante destacar que la penetración de esta tecnología es inversamente proporcional al mismo en todo el periodo de tiempo analizado. Además, la mayoría de las curvas mantienen cierta “distancia” entre sí, lo que puede interpretarse como una señal de la conocida brecha generacional existente en relación a Internet.
    Respecto a la posesión de celular, salvo en los dos grupos etarios mayores, no hay tanta diferencia entre individuos de distinto rango etario en cuanto a porcentaje de aquellos que cuentan con celulares (mientras que sí lo hay respecto al uso de Internet).
    Es entre los individuos de 20 a 24 años donde el celular ha penetrado más, seguidos muy de cerca por el grupo de 25 a 34 años. Es interesante mencionar que entre los adolescentes (12 a 19 años) la posesión de celulares en general es superior a la de los grupos etarios mayores a 45 años. El rango 65 a 75 es donde menos penetración se verifica.
    En conclusión, a lo largo de los últimos nueve años el sexo y la edad del individuo conllevan a más diferencias en el hábito de utilizar Internet que en la posesión de teléfono celular.

    Apoyo ambiguo

    Los argentinos y el medio ambiente

    Desde hace varios años palabras como ecología, renovable, sustentable, etc. se vienen escuchando cada vez con más frecuencia. Abundan las películas, documentales, entrevistas, notas en medios de comunicación, campañas gubernamentales de concientización, acciones de responsabilidad empresaria.

    Todos parecen haberse hecho eco de la preocupación por esta especie de “onda verde” que atravesó muchos aspectos de nuestras vidas. La gran pregunta es si tanta movida se debe a un interés genuino o es un solo un tema de moda; o quizás sea lo primero para algunos y lo segundo para otros.
    En particular, podemos decir que tan solo cerca de la mitad de los argentinos muestran interés por estos temas. Como muestra la tabla 1 la mayoría de los argentinos afirma que le gusta entender sobre la naturaleza (62%), que reciclar es el deber de toda persona (59%) y que se preocupa por la contaminación causada por los automóviles (53%). Pero a la hora de tomar acciones concretas en defensa del medio ambiente menos de la mitad estaría dispuesto a pagar más para conseguir un producto que sea saludable para el medio ambiente (48%) o estaría dispuesto en cambiar su estilo de vida para beneficiarlo (46%), y tan solo 43% afirmar realizar un esfuerzo consciente para reciclar.
    Se define como “ecologista” a los individuos que afirman estar completamente de acuerdo con las seis frases de la tabla 1 con el objetivo de conocer el perfil de los argentinos preocupados por el medio ambiente. Los ecologistas son tanto hombres como mujeres, en general adolescentes (12 a 19 años) o adultos de entre 45 y 54 años y pertenecen a los niveles socioeconómicos medio o alto. A su vez, los habitantes de las regiones Buenos Aires/Córdoba y el Litoral manifiestan una mayor preocupación que los del resto de las regiones.
    Por último, pareció interesante saber si las personas que prestan atención a la alimentación y cuidado de la salud personal, a las que llamaremos “saludables” son más sensibles que el resto de la población al cuidado del medio ambiente. Efectivamente la evidencia muestra que es así: en todas las opiniones relacionadas con el tema, los saludables se mostraron completamente o algo de acuerdo en mayor proporción que la población en general.
    En conclusión, los argentinos han comenzado a manifestar interés en cuestiones relacionadas con el medio ambiente, sin embargo al ser consultados sobre si serían capaces de plegarse a ciertas medidas beneficiosas en ese sentido la proporción de respuestas afirmativas disminuye significativamente.
    Es decir, todavía falta bastante para que en la Argentina las personas incorporen hábitos de conducta saludables para el medio ambiente. En ese sentido las campañas de concientización y ciertas medidas como por ejemplo el cobro de las bolsas biodegradables generan un efecto positivo entre las personas, las que finalmente terminan incorporando hábitos de conducta favorables al cuidado del medio ambiente.

    (Fuente: TGI (Target Group Index) de Ibope, encuesta que cuenta con una muestra de cerca de 10.000 individuos de entre 12 y 75 años que viven en los principales centros urbanos de nuestro país. Esta muestra representa a una población de 20.252.000 personas).

    Distribución de cargos y alumnos

    Los docentes y su entorno

    Según este estudio existen 695.552 cargos en total en todo el país relacionados con la educación. No solo tienen en cuenta al personal docente, sino también a directivos, administrativos, etc. De estos cargos 90% corresponde a la modalidad de educación común, 6% a la educación especial y el restante 4% a la educación para jóvenes y adultos.

    Este informe, basado en datos del Anuario Estadístico Educativo 2010(*), tiene como objetivo describir el entorno laboral en el cual se desempaña el docente argentino. Según este estudio existen 695.552 cargos en total en todo el país relacionados con la educación. Estos números no solo tienen en cuenta al personal docente, sino también a directivos, administrativos, etc., es decir, todos los cargos que de alguna manera están relacionados con la labor educativa. De estos cargos 90% corresponde a la modalidad de educación común, 6% a la educación especial y el restante 4% a la educación para jóvenes y adultos.
    En cuanto a la educación por nivel, 54% de los cargos corresponden al primario, 26% al secundario y el restante 3% al nivel superior no universitario.
    El Conurbano Bonaerense concentra 18% de los cargos relacionados con la educación y le siguen el resto de la provincia de Buenos Aires con 13% y CABA con 9% de los cargos del total del país. También se destacan Córdoba, Santa Fe y Mendoza, es decir, los mayores centros urbanos concentran en total 59% del total de los cargos. Por su parte, las restantes provincias tienen solo entre 1 y 3%.
    Es interesante notar que en varias provincias la distribución de cargos relacionados con la educación no va de la mano con la distribución de alumnos. Por ejemplo, el Conurbano Bonaerense tiene 22,5% de los alumnos pero solo 18,1% de los cargos. En cambio en CABA, Santiago del Estero, Río negro, Neuquén, Santa Cruz y Tierra del Fuego, se invierte la situación. La proporción de cargos docentes es superior a la de alumnos.
    Hay un total de 50.050 establecimientos educativos de los cuales 77% (38.502) son de gestión estatal. Sin embargo, el porcentaje de establecimientos educativos estatales sobre el total de establecimientos tiene una gran variación geográfica. Por ejemplo, en La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Formosa y Chaco este valor supera 90%. Mientras que los valores más bajos corresponden a CABA (54%) y al Conurbano Bonaerense con 57%.
    Es decir, que estos dos son, junto con Córdoba (68%) los lugares con mayor proporción de establecimientos educativos privados de todo el país. En general, las provincias que concentran el mayor porcentaje de alumnos son las que cuentan con una mayor proporción de este tipo de establecimientos. Mendoza es la excepción, ya que ocupa el 6to lugar en cantidad de alumnos (con 4,2% del total país) y, sin embargo, 81% de los centros educativos son de gestión estatal.

    (*) Anuario Estadístico Educativo 2010  Red Federal de Información Educativa, DINIECE, Ministerio de Educación de la Nación, 2010.

    Perfil del lector argentino

    El libro es para muchos un compañero fiel. Sin embargo, solo 11% de los argentinos se reconoce como lector frecuente. Las mujeres leen en mayor proporción que los hombres (12% vs 9%).
    La mayor proporción de lectores se da en los rangos etarios comprendidos entre los 20 a 34 y 45 a 54 años, y en relación a la distribución geográfica en Buenos Aires/Córdoba, Cuyo/NOA y Litoral.
    Son en gran parte solteros (51%) y 33% está casado. Además, 55% trabaja y el resto se reparte entre jubilados, amas de casa exclusivamente, estudiantes, etc.