Por Nicolás Ferrero (*)
El actual proceso de compresión en los precios de las propiedades, iniciado hace casi tres años, trajo la oportunidad a las empresas que arrendaban sus espacios de oficinas a realizar un salto de calidad, lo que en el rubro se conoce como fly to quality, para poder mudarse a mejores activos.
Sin embargo, la mirada actual hace foco en la profundización del uso y desarrollo de mejores prestaciones en los edificios. Esta tendencia se empezó a denominar como fly to experience, y busca poder vivir la mejor experiencia dentro de cada oficina. Siguiendo estos lineamientos, podemos pensar que el objetivo principal de los desarrolladores y de los futuros inquilinos estará centrado en gestionar y obtener más y mejores amenities.
En Argentina, las tasas de vacancia de los edificios corporativos todavía se encuentran en máximos históricos, lo cual trajo una nueva mirada en los principales desarrolladores. Se comienza a entender, entonces, este período como una oportunidad única que los dueños de inmuebles de oficinas tienen para poder reinventarse, renovando y agregando facilities que mejoren el uso de sus edificios.
Debido a la alta demanda que existía en el pasado, se podía retener a los inquilinos y mantener vacancias mínimas sin realizar grandes inversiones de capital en el edificio, sin embargo, eso actualmente no está sucediendo. La cuarentena y el home-office hicieron posible que los espacios de oficinas se vacíen permitiendo así, realizar obras de mejoras para poder competir, sin incomodar las operaciones de los inquilinos como hubiera sucedido en el pasado. Esto implica que los dueños deben tomar un rol más eficaz a la hora de invertir en sus activos para hacerlos competitivos desde un punto de vista de la experiencia.
Se está transitando un momento de disrupción, por lo que cualquier pronóstico de cómo será el mercado carece de sentido y aún no es claro cuáles serán los usuarios de oficinas del futuro.
Debido a que la vuelta al trabajo presencial está tardando más de lo esperado, podemos mirar con mucho más detenimiento la experiencia del usuario. En principio, se puede afirmar que el uso de espacio de oficinas no es lineal. Muchas de las cosas que hoy parecen obvias como, por ejemplo, que se está contrayendo la demanda, puede revertirse en el próximo tiempo. Para esto es necesario entender estos espacios de oficinas como un lugar donde no solo se trabaja diariamente, sino que es un espacio de reunión, disfrute en el que se puede –y es necesario- vivir una experiencia más amena, alegre y cómoda para los colaboradores.
(*) Research Manager at CBRE Argentina.
