Los autos económicos compactos y semi compactos ya escaseaban antes de la invasión de Putin a Ucrania. Ante el crónico faltante de semiconductores generado por la pandemia de Covid 19, los fabricantes dieron prioridad a la fabricación de vahículos de alta gama, algo que ayudó a marcas como Mercedes Benz y VW a aumentar sus ganancias a pesar de vender muchos menos autos. Los inversores tomaron nota y presionaron a las automotrices a abandonar para siempre los segmentos económicos.
La consecuencia es que el número de autos básicos que se fabrican anualmente en Europa cayó de 1,13 millones en 2019 a 787.000 en 2021 según el análisis realizado por LMC Automotive. Peor aun, ese número puede seguir cayendo a 584.000 para mediados de la década cuando las marcas suspendan más de la mitad de los coches básicos actualmente en existencia.
Los ejecutivos han dicho repetidamente que no están enfocados en los coches básicos. Mercedes pasó su marca Smart a una joint venture con la china Geely en 2019. VW no va a reemplazar su Up cuando llegue al final de su ciclo y Renault va a discontinuar el Twingo. El CEO de la marca francesa, Luca De Meo se hizo eco de otros gerentes de automotrices y mencionó los costos de cumplir con las reglas de emisiones cada vez más estrictas de la Unión Europea como una carga que reduce las ganancias que se obtienen con los vehículos básicos.