El informe “Economic GPS” de PwC indaga sobre los ingresos de los sectores. Asimismo, dada la baja base de comparación que representa 2020, es interesante repasar cómo se encuentran los sectores respecto del pasado cercano de prepandemia.
La economía argentina fue golpeada por el Covid-19 cuando se encontraba atravesando una recesión desde el año 2018. El impacto de las restricciones generó un golpe adicional en la producción de bienes y servicios durante 2020. Hacia mediados de 2021, con la gradual apertura de actividades, la economía comenzó a rebotar.
No obstante, el comportamiento de los sectores ha sido desigual al tiempo que algunos se encuentran, pese a haber crecido respecto al 2020, distantes de los niveles alcanzados el pasado reciente prepandemia. Hay seis de ellos cuyo crecimiento en el acumulado enero-junio de 2021 -respecto de igual período de 2020- alcanzó los dos dígitos, de los cuales tres (industria, comercio y construcción) sumados representan un tercio del PIB y comprenden alrededor del 44% de los asalariados registrados del sector privado
De esos tres sectores, el que más avanzó en la primera mitad del año fue el de la construcción, que, al momento de la implementación de las restricciones, el 20 de marzo del año pasado, venía de enfrentar 19 meses de caída interanual consecutiva. Dicho descenso interanual continuó hasta el mes de octubre de 2020, cuando la tendencia se revirtió.
En junio 2021 ya se habían alcanzado los niveles prepandemia y era comparable a los niveles de 2019 (recordemos, un año recesivo). La dinámica del sector se vio influenciada por el contexto del mercado cambiario: el endurecimiento en el acceso al mercado de tipo de cambio oficial provocó un alza en la demanda de dólares por canales alternativos haciendo crecer la brecha cambiaria y volviendo el costo de la construcción en dólares relativamente barato.
Así, lo que primero reactivó fueron los arreglos domésticos, hecho del que da cuenta la rápida recuperación sobre el mes de junio de la demanda de insumos como pinturas para la construcción, placas de yeso y pisos y revestimientos cerámicos. Fue recién en enero de 2021 cuando los permisos de edificación comenzaron a mostrar variaciones interanuales positivas. De esto mismo da cuenta la evolución del empleo del sector, el cual ha venido recuperándose gradualmente pero aún en mayo del corriente año se encuentra por debajo del promedio del primer trimestre de 2020
La actividad industrial, luego de haber caído 21,1% y 5,2% interanual en el segundo y tercer trimestre del año pasado, respectivamente, comenzó en 2021 un período de recuperación desde aquellos pisos. El sector logró, en el agregado, alcanzar en enero de este año los niveles de 2018 (año también recesivo).
En el mismo sentido, la utilización de la capacidad instalada, luego del piso del 42% en abril de 2020 (el menor valor de la serie que inicia en 2016), comenzó a recuperar y, en junio 2021, alcanzaba niveles de octubre de 2018. Asimismo, el empleo dejó de caer en noviembre del año pasado y en mayo del corriente se encontraba en los niveles de julio 2019, aunque aún está por debajo de los niveles de 2018.
Hacia adentro del sector se destaca el crecimiento de aquellas ramas vinculadas a la construcción, como productos minerales no metálicos, con incidencia en los productos de arcilla y cerámica no refractaria, y en los artículos de cemento y de yeso (+61% enero-junio 2021 vs 2020); industrias metálicas básicas (+52% enero-junio 2021 vs 2020) que incluye la siderurgia, así como producción de aluminio y otros metales no ferrosos.
También el sector de vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes tuvo un rebote importante, alcanzando 94% interanual en los primeros 6 meses del año, luego de haber sido uno de los que mostró mayor descenso en el mismo período de 2020 (-44%).
Entre los sectores que más pesan en la industria se encuentran alimentos y bebidas, y sustancias y productos químicos. Ambos mostraron crecimiento de un solo dígito (5% y 9% respectivamente en los primeros seis meses del año). En estos casos, la base de comparación no es tan baja como en otros sectores: el primero mostró crecimiento durante el mismo período del 2020 (+1%) y el segundo fue el sector con menor caída de la industria (-3%).
Dicha situación se debe a que ambas actividades fueron consideradas esenciales en el marco de las restricciones impuestas, hecho que les permitió seguir operando. Pese a esto último, de acuerdo con la información del Ministerio de Trabajo, ambos sectores vieron perder puestos de trabajo durante 2020, explicando alimentos y bebidas el 7% y sustancias y productos químicos el 2% de lo perdido en la industria en su conjunto.
