¿Qué factores determinan el equilibrio financiero y la sostenibilidad de estos sistemas?
Éstas fueron algunas de las cuestiones que se analizaron en un evento organizado por CAF –banco de desarrollo de América Latina- en el marco de la presentación en el país de su tradicional Reporte de Economía y Desarrollo.
El envejecimiento demográfico, la informalidad laboral y los cambios tecnológicos implican desafíos para mejorar la cobertura, calidad y sostenibilidad fiscal de la protección social en América Latina, y también en Argentina.
El diagnóstico para Argentina, así como algunas recomendaciones en cuanto al diseño de políticas públicas para enfrentar estos retos, fueron abordados en un evento organizado por CAF, con el objetivo de presentar a nivel local las conclusiones de su Reporte de Economía y Desarrollo (RED) 2020.
Entre los principales mensajes del reporte se destaca que la proporción de adultos mayores de 65 años se duplicará en los próximos 20-30 años en América Latina, pasando de 8% en 2020 a 17,5% en 2050.
En el caso de Argentina, dicha proporción pasará de 11,4% a 17,3% en el mismo período. Al desafío demográfico, se le suman condicionantes del mercado laboral, siendo el principal la informalidad, que alcanza al 63% de las personas ocupadas en la región y al 50% en Argentina.
En cuanto a cobertura previsional, un 93% de los mayores de 65 años cobra una pensión o jubilación en Argentina, siendo el tercer país en la región con mayor cobertura previsional, luego de Bolivia y Trinidad y Tobago. Los montos de las pensiones no contributivas en 2018 superaron en más de 3 veces la línea de pobreza de US$ 4/día.
Por su parte, las pensiones contributivas presentaron las mayores tasas de reemplazo de la región (cercanas al 70% para asalariados comparadas con un 59% promedio en países OCDE). Estos indicadores favorables de cobertura y suficiencia tienen una contrapartida en un elevado gasto público en pensiones. En 2017, el gasto total del sector público en pensiones alcanzó al 10,7% del PBI, ubicándose junto con Brasil entre los más altos del mundo entre los países de envejecimiento similar.
“Los principales desafíos del sistema previsional de Argentina no están en la cobertura y en la suficiencia, donde tiene uno de los mejores desempeños de la región, sino en la sostenibilidad financiera de un gasto público muy elevado y en la alta fragmentación del sistema” afirmó Guillermo Alves, Economista Principal de la Dirección de Investigaciones Socioeconómicas y coeditor del Reporte.
En lo que respecta a la cobertura de servicios de salud, Argentina tiene un índice de cobertura efectiva de servicios de salud de 79,4%, el cual resulta superior al promedio regional (74%) aunque por debajo del promedio en países de OCDE (87%). En cuanto a la protección financiera que ofrece su sistema de salud, el 16,9% de la población en Argentina se encuentra en situación de desprotección, por encima del promedio regional (8%) y de países de la OCDE (6,6%).
En cuanto a sostenibilidad fiscal, el reporte da cuenta de que el déficit financiero conjunto de jubilaciones y pensiones (considerando solo a la ANSES) y salud (sistema público y seguridad social) en Argentina se encontraba en 2017 en 5,4% del PBI. Como consecuencia del envejecimiento, dicho déficit crecerá significativamente hacia 2065, alcanzando casi 10% del PBI. Desde el punto de vista del financiamiento, el país no cuenta con gran margen para cubrir dichos déficits con una mayor recaudación tributaria, por lo que sus alternativas más viables serían la contención de gastos en pensiones contributivas mediante reformas paramétricas y una mayor recaudación de los sistemas contributivos mediante una mayor tasa de formalidad laboral.