Hay algunas noticias positivas en el escenario empresarial. En menos de un año se triplicó el número de grandes empresas que se comprometieron públicamente a lograr cero emisión de carbono. Entre ellas figuran Apple y General Electric.
Nunca como antes los líderes de las empresas y de los gobiernos han estado bajo tanta presión. Además de sobrellevar y superar la crisis, la exigencia es un nuevo vínculo con los empleados, y también con los clientes. Con todas las repercusiones y transformaciones que ello supone en el campo del management y del marketing.
Es un momento decisivo. Hay que mantener los compromisos asumidos frente a los stakeholders, justo cuando se reducen ventas y ganancias, cuando las firmas necesitar tener buena caja y se ven obligadas a una reestructuración sin precedentes. Para muchas la exigencia es aún mayor. En tiempos muy recientes se han sumado al club del ESG (ambiente, sociedad y gobierno corporativo por sus siglas en inglés) y la solidez del compromiso está permanentemente puesta a prueba.
Como lo demuestran los testimonios de este informe especial, la gran mayoría de las empresas se mantienen firme en su propósito y desarrolla –con mayor o menor intensidad– los programas de sustentabilidad y responsabilidad social que vienen ejecutando.
Cuando las papas queman
Hay muchas organizaciones que chocaron con la crisis sanitaria cuando apenas estaban comenzando a definir sus objetivos ambientales, sociales y de gobierno, lo que se conoce como objetivos ESG, por sus siglas en inglés.
Cuando las papas queman, ¿los líderes siguen creyendo realmente en las ventajas de ESG? Y si es así, ¿en qué área deberían concentrar su atención?
Un informe preparado por KPMG sugiere que hay un área central donde las compañías pueden crear enorme valor social, y es la de la satisfacción en el empleo.
Debido a la relación entre felicidad en el trabajo y satisfacción vital general, aumentar la felicidad de los empleados podría marcar una verdadera diferencia en los 2.100 millones de trabajadores que hay en el mundo. También podría aumentar la rentabilidad y mejorar la salud de la organización.
En este terreno jefes y supervisores tienen un papel muy importante.
Las relaciones con la gerencia es el factor que más incide en en la satisfacción en el trabajo, que a su vez es un determinante del bienestar general del empleado.
En una encuesta reciente, 75% de los participantes dijo que el aspecto más estresante de su trabajo era su jefe inmediato. Y los que describen relaciones malas o muy malas con la gerencia muestran menos satisfacción en el empleo que aquellos con relaciones buenas o muy buenas.
Si bien es muy difícil cambiar la conducta de todo un cuadro gerencial completo, una investigación de McKinsey sobre qué hay que hacer para cambiar la cultura de la organización señala los elementos que se necesitan.
La inversión social responsable se filtra entre fondos soberanos
Casi dos tercios de los fondos soberanos de inversión –esas entidades al servicio del Estado que invierten fondos públicos para generar rentabilidad– incluyen inversiones ESG en sus programas, según un estudio publicado por Invesco.
Es despareja la adopción de esos criterios por parte de fondos soberanos y bancos centrales, que figuran entre los inversores globales más grandes.
Según la investigación realizada por Invesco entre 139 inversores soberanos y bancos centrales, 60% incluyen política ESG, bastante más que en 2017, cuando lo hacía 46%. Entre los bancos centrales, la tasa de los que incorporan ESG prácticamente se ha duplicado a 20% de 11% en 2017.
ESG se mantiene en una posición prioritaria entre los fondos soberanos occidentales: 76% de ellos adoptan la política. Pero en Medio oriente la tasa de adoptantes se duplicó a 67% de 30% en 2017.
Los planes a largo plazo de la mayoría de los fondos incluyen factores como ética y sustentabilidad en sus procesos de inversión. Pero la adopción ha sido menos amplia de lo que inicialmente se anticipaba, según las conclusiones del informe anterior de Invesco en 2017. El último estudio, en cambio, sugiere que eso podría estar cambiando.
“El hecho que más de la mitad de todos los gerentes ahora incorporen políticas oficiales ESG refleja avances en cuanto a que los inversores van entendiendo cómo derivar valor de la aplicación de esos criterios”, dice Alex Millar, jefe de Ventas Institucionales de Invesco.
“Mientras la adopción de esas políticas en la compilación de las carteras continúa evolucionando, esperamos ver que su aplicación se difunda por todas las clases de activos. El estudio de este año muestra que este proceso ya está comenzando a darse, con adoptantes sofisticados usan criterios ESG también para ingresos fijos e incluso, en algunos casos, bienes raíces e infraestructura”.
Aunque las acciones fueron el punto inicial en la implementación de ESG, 65% de los fondos soberanos que incorporan ESG a nivel activos ahora lo ampliaron para incluir carteras de ingresos fijos, dice el estudio.
Cada vez se invierte más con criterios ESG
La pandemia aceleró la tendencia a orientar el capital hacia las empresas socialmente responsables. Junto con tecnología y salud, los factores ESG influyen cada vez más en las inversiones que se realizan.
“ESG es un factor que ha llegado a tener tanta importancia como el crecimiento o el valor. Por eso una buena posición en los factores socialmente responsables influirá con fuerza en las posibilidades de acceso al capital de la compañía”, dijo Nicholas Colas, cofundador de DataTrek Research. “Los cinco fondos estadounidenses de inversión con orientación ESG, cada uno con más de US$ 1.000 millones en activos, lograron mejores resultados que los del índice S&P 500 en lo que va del año, en el tercer trimestre y en el mes de septiembre”, escribe Colas. Dos de ellos ni siquiera existían un año atrás.