Es clave diseñar una estrategia de escucha que permita relevar qué le preocupa a los empleados, priorizar temas, implementar soluciones, evaluar el impacto para ajustar y definir.
Las empresas ya están pensando en el regreso al lugar de trabajo y planificándolo, para lo que evalúan distintas alternativas, según un relevamiento realizado por Mercer, consultora global líder de recursos humanos. El 73% de las empresas cree que lo hará siguiendo las pautas, procedimientos y protocolos del gobierno; el 66% prevé crear grupos de trabajo más pequeños para limitar la cantidad de empleados en el lugar de trabajo; el 51% flexibilizará “las puntas” de la jornada laboral para evitar los picos de tránsito, el 36% dividirá a los empleados en turnos para permitir un distanciamiento social, entre otras acciones que se están evaluando. [El total excede el 100% porque algunas compañías seleccionaron más de una opción]
Según el relevamiento, cuando el distanciamiento social sea levantado, el 49% de las empresas considera que la mayoría de los empleados continuará trabajando remotamente en el corto plazo pero volverá a sus lugares de trabajo cuando se considere seguro; el 31% afirmó que la mayoría de los empleados continuará trabajando remotamente en la medida en que sea posible, independientemente de las normativas de distanciamiento social; el 11% expresó que la mayoría de los empleados volverá a trabajar a su lugar de trabajo a menos que haya una razón válida.
Estos datos surgen del relevamiento realizado por Mercer entre el 7 y el 12 de mayo del 2020 entre más de 250 compañías líderes de Argentina con el objetivo de conocer prácticas, decisiones, desafíos e iniciativas que se están implementando en el mercado como consecuencia de la coyuntura.
La encuesta preguntó también cuáles son los temas prioritarios relativos a la fuerza laboral que la compañía revisará los próximos 3 a 6 meses. El 82% de las empresas señaló el trabajo remoto; el 65% el trabajo flexible; el 35% indicó las capacitaciones y transferencia de conocimiento. [El total excede el 100% porque algunas compañías seleccionaron más de una opción]
“En el actual contexto, escuchar a los empleados es trascendental para entender cuáles son los desafíos y poder atenderlos con la mayor celeridad posible. Es un momento decisivo para las organizaciones porque de la manera en que respondan va a depender el comportamiento que tendrán sus colaboradores en el tiempo en cuanto a su productividad y nivel de compromiso”, destacó Juliana Rodríguez, Líder de Talent Strategy de Mercer.
En la economía de la experiencia, los consumidores ya no buscan productos o servicios sino experiencias a la hora de consumir. Del mismo modo, las personas buscan empleadores que les brinden una experiencia enriquecedora. Los estudios de Mercer demuestran que las compañías que superan sus objetivos de desempeño son 3 veces más propensas a tener la experiencia de los empleados como una parte fundamental de su estrategia de talento.
¿Cómo gestionar la experiencia del empleado en este contexto?
La experiencia del empleado es la intersección entre las expectativas de un empleado (sus valores, su forma de ser), el ambiente (la cultura, el liderazgo, los procesos) y los eventos (personales o laborales) que dan forma a su camino en la organización. De estos factores, las empresas sólo pueden gestionar y modificar lo relativo al ambiente; no en las expectativas ni en los eventos.
Para gestionar el ambiente hay 4 factores que considerar:
- Confianza en el futuro: entender hacia dónde va la compañía y cómo puede contribuir la persona. Dar claridad en este aspecto es fundamental, sobre todo en el contexto actual donde la situación económica es un tema que preocupa.
- Sentirnos conectados: ser parte de una organización, de un equipo. En el contexto actual en el que estar conectados se hace más difícil es fundamental cuidar este aspecto y no permitir que el contexto distancie.
- Cómo hacer el trabajo: brindar los recursos, las herramientas, dar claridad y soporte impacta siempre en la experiencia y más en este contexto.
- Cuál es la propuesta de valor: qué se lleva el empleado, es un desafío muy importante teniendo en cuenta que la pandemia está afectando el bienestar de las personas y que las empresas necesitan hacer más con menos recursos.
“La experiencia del empleado tiene que ser un tema prioritario no sólo en los momentos de auge económico si no también en los de crisis. Las compañías que puedan mantener la gestión de la experiencia del empleado van a ser la que puedan pasar mejor esta tormenta”, destacó Rodríguez.
El contexto actual requiere diseñar una experiencia del empleado que sea resiliente, en el sentido de que permita superar la crisis y reconvertirse, y empática en el sentido de que implique una escucha activa hacia todos los miembros de la organización. Además, esta experiencia debe ser personalizada. Pensar en el empleado como cliente implica pensar en distintos tipos de personas o tipos de empleados para poder diseñar distintos tipos de experiencias según sus características.
Esto se consigue diseñando una estrategia de escucha que permita relevar qué le preocupa a los empleados, priorizar temas, implementar soluciones, evaluar el impacto para ajustar y definir.