Los países con altos ingresos (principalmente europeos) continúan liderando el ranking, con Suiza en el primer lugar. La Ciudad de Buenos Aires retrocedió 11 lugares en el ranking comparado con el año anterior, y si se lo compara con 2018, son 53 lugares perdidos en 2 años.
El Grupo Adecco, filial de la empresa global en consultoría integral en Recursos Humanos, en alianza con Insead y Google, presentó en Davos la séptima edición del Índice de Competitividad por el Talento Global (GTCI), un estudio que este año está orientado a la Inteligencia Artificial y cómo está impactando en el mundo del trabajo y en las distintas economías.
Argentina y Buenos Aires en el Ranking
En la séptima edición del informe, Argentina avanzó 4 lugares con respecto al año anterior y obtuvo el puesto Nº 56 a nivel mundial, dentro del grupo de países participantes del estudio. Este año, el índice cubrió 132 economías nacionales y midió cómo los países atraen, fomentan el crecimiento y retienen el talento.
El estudio se centra en 4 pilares externos y 2 pilares internos. Los pilares externos son los de la Habilitación, Atracción, Crecimiento y Retención. En el ranking de Habilitación, Argentina se ubica en el puesto 82, y en Atracción y Retención, 57 y 51 respectivamente. Sin embargo, y al igual que el año anterior, obtuvo un muy buen resultado en el índice de Crecimiento ubicándose en la posición 38.
En cuanto a los pilares internos, el año pasado obtuvo mejores resultados: en esta edición en habilidades profesionales y técnicas, y Destrezas de Conocimiento Global ha obtenido el puesto 67 en la primera y el 64 en la segunda.
Por su parte, la Ciudad de Buenos Aires retrocedió 11 lugares en el ranking comparado con el año anterior, y si se lo compara con 2018, son 53 lugares perdidos en 2 años.
Los países de la región
El informe cubrió 20 países latinoamericanos. El top 3 lo ocupan Chile, Uruguay y Argentina:
Los líderes del ranking
Al igual que los años anteriores, Suiza mantiene su posición en la parte superior, seguido por Estados Unidos y Singapur. De esta forma, los países europeos continúan liderando el ranking, con 17 de ellos en los primeros 25 lugares.
La ciudad mejor clasificada de este año es Nueva York, por delante de Londres en el segundo lugar y Singapur en el tercero.
El informe revela, además, que más de la mitad de la población en el mundo en desarrollo carece de habilidades digitales básicas.
Al reconocer este desajuste de habilidades y la importancia de invertir en capital humano, el Grupo Adecco se compromete a mejorar y capacitar a 5 millones de personas para 2030. El impulso de renovación será liderado por el equipo de capacitación y desarrollo del Grupo y la compañía General Assembly, que se especializa en preparar individuos y equipos con las habilidades digitales más demandadas de la actualidad, incluidas las capacidades de ciencia de datos, codificación y aprendizaje automático.
Hallazgos clave del informe
1- La brecha entre los países que encabezan la lista (casi todos ellos países de altos ingresos) y el resto del mundo se está ampliando. Una brecha similar también se ve en el universo de la Inteligencia Artificial donde el talento es escaso y se distribuye de manera desigual entre industrias, sectores y naciones. Más de la mitad de la población en desarrollo del mundo carece de habilidades digitales básicas.
2- La Inteligencia Artificial también puede proporcionar oportunidades significativas para que los mercados emergentes crezcan. Los análisis longitudinales del GTCI destacan que, incluso si es la excepción y no la regla, algunos países en desarrollo (por ejemplo, China, Costa Rica y Malasia) pueden convertirse en países líderes en sus respectivas regiones, mientras que otros (por ejemplo, Ghana e India) han mejorado significativamente su capacidad para habilitar, atraer, hacer crecer y retener talentos en los últimos años y, por lo tanto, pueden etiquetarse como países impulsores. La Inteligencia Artificial puede brindar oportunidades para que otros países/regiones (por ejemplo, América latina) se conviertan en “centros de entrega global” para su aplicación.
3- Convertir a la Inteligencia Artificial en una fuerza para el bien requiere un enfoque proactivo y cooperativo. Puede desempeñar un papel clave en el suministro de soluciones para ayudar a la humanidad a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas: Educación (con programas online personalizados) y Salud (con diagnóstico y seguimiento remotos personalizados, así como análisis de big data para rastrear y reducir las epidemias y endemias), son dos de los ejemplos más inmediatos.
4- La aparición de Inteligencia Artificial en el lugar de trabajo requiere una recapacitación masiva de la fuerza laboral. En todos los niveles de calificaciones, los trabajadores necesitarán capacitación sobre adaptabilidad, inteligencia social, comunicación y resolución de problemas. También será necesario desarrollar habilidades de fusión para permitir que los humanos y las máquinas interactúen de manera efectiva y eficiente en actividades híbridas.
5- Al introducir la Inteligencia Artificial en las organizaciones, comunidades o sociedades en general, la aceptación es una condición para la sostenibilidad. Es crítico crear una narrativa sobre la misma y el futuro de los trabajos, que enfatice todas sus posibilidades en lugar de simplemente infundir más miedo. Ya hay decenas de millones de nuevos empleos en todo el mundo y es fundamental que la fuerza laboral más amplia (incluidos los jóvenes, las mujeres y las personas mayores) tenga las habilidades y el interés (y se sienta empoderado) para cumplir con éstos y los millones de nuevos puestos de trabajo que se crearán.
6- Las ciudades se esfuerzan por convertirse en centros de inteligencia artificial y atraer talentos relevantes. Tales esfuerzos se traducen en diferentes iniciativas y estrategias (planes de estudio en universidades y escuelas locales, y políticas agresivas para detectar, atraer y retener talentos de Inteligencia Artificial, por ejemplo), ya que la IA se convierte en un motor central de la transformación local de las redes de transporte, las redes de energía y otros componentes fundamentales de las estrategias urbanas.