lunes, 25 de noviembre de 2024

La mayor transformación que la civilización ha conocido

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Las tecnologías del futuro se basarán en la disponibilidad de datos. Y esos datos estarán disponibles en abundancia, gracias a la transformación digital de la industria. Este concepto explica el significado de “Cuarta Revolución Industrial” o Industria 4.0.

Es que las soluciones digitales ya reflejan cada etapa de la producción industrial, desde el diseño de un producto hasta su producción y su uso en forma virtual, a través de lo que se conoce como un gemelo digital. Hay un mundo nuevo donde las tecnologías de punta pueden abrir nuevas oportunidades, donde se pueden escuchar ideas diversas y donde pueden aparecer nuevas formas de comunicación.

En torno a este tema central se desarrolla la investigación especial de esta edición, desarrollada en forma conjunta entre Siemens y Mercado (a partir de la página 40). Las tecnologías del futuro se basarán en la disponibilidad de datos. Y esos datos estarán disponibles en abundancia, gracias a la transformación digital de la industria. Las soluciones digitales ya reflejan cada etapa de la producción industrial, desde el diseño de un producto hasta su producción y su uso en forma virtual, a través de lo que se conoce como un gemelo digital.

Argentina no queda al margen de este vertiginoso proceso de cambio. No puede escapar a un proceso de cambio, en el que las tecnologías digitales interconectan personas y máquinas en todo el mundo. La Cuarta Revolución Industrial se basa en el conocimiento, por lo que se requiere una conjunción entre formación y educación.

Si esta hipótesis es correcta –y todo indica que lo es– las revoluciones industriales son momentos decisivos. Esta intersección entre diferentes negocios y actividades que propicia la digitalización a pleno, alcanza a todos los sectores. Es similar a lo que ocurre en las experiencias de IoT, Internet of Things. Ya ha quedado claro que la IoT industrial, torna más eficientes las operaciones, simplifica los procesos y transforma a las organizaciones. Hay que repensar íntegramente la forma de hacer negocios.

Otras secciones de esta edición exploran esta convergencia. Por ejemplo, el nuevo modelo de la industria automotriz, que se despliega a partir de la página 31. Se calcula que cuando ese cambio se produzca será el giro más drástico desde que Henry Ford institucionalizó la línea de ensamblaje. La novedad es que los fabricantes de equipos invirtieron muchos miles de millones de dólares en diseñar vehículos para la movilidad conectada, autónoma, compartida y eléctrica, (o CASE, por sus siglas en inglés).

O cómo las baterías cambian también el negocio de los automóviles. Cuando el planeta busca limpiar ciudades y reducir las emisiones de carbono, el sector automotor debe volver a los autos eléctricos. Un detalle completo de este segmento de actividad industrial desde la página 64.

 

Exigencias de la sustentabilidad

Como todos los años, se revisita este tema de capital importancia para las empresas, y para todo su entorno (a partir de la página 70). Es que hay una redirección en los tópicos sobre la materia. El tema que obsesiona hoy a muchos directivos empresariales es el propósito de las empresas. Piensan que el rol de las compañías es asumir responsabilidades sociales y ambientales, junto con sus compromisos con los accionistas de obtener ganancias. Este es el nuevo desafío que se plantea en torno al gran tema de la sustentabilidad.

Ya no es como antes una opción para las empresas. Si no son sustentables, se sostiene, corren el riesgo de desaparecer. O lo que es peor, de crear una crisis política y económica sin precedentes.

Desde esta perspectiva, el capitalismo responsable es un remedio necesario para las extralimitaciones de las empresas que han provocado el surgimiento y auge de movimientos nacionalistas, populistas y antiglobalización. Sin un mayor esfuerzo por parte de las empresas y de los inversores para ampliar el alcance de la prosperidad y la calidad de vida de la humanidad, habrá más reacciones contra la libre empresa, más gobiernos autoritarios, más reglamentaciones arbitrarias y cada vez más restricciones al mercado libre.

Tras este paseo conceptual, el dossier se concentra además, en los testimonios de empresarios de primer nivel que relatan sus experiencias y convicciones.

En el orden internacional, los pensadores en este campo, en lugar de poner foco en la expansión, argumentan en favor de perseguir otro objetivo fijando límites al uso de los recursos naturales, a la cantidad de horas laborales, y al nivel de desigualdad o inequidad. Es lo que llaman el desafío del post crecimiento económico. En suma, el desarrollo sostenible ya no es un rubro más en la agenda de las empresas. Es, necesariamente, la base que sustenta los negocios del futuro.

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