Como ocurre con la “censura selectiva” de contenidos, presuntos símbolos de libertad en el ciberespacio –Yahoo!, Google, MSN- acatan instrucciones y sugerencias de las autoridades chinas. Lo hacen vía sus oficinas en Hongkong, donde sólo hay democracia para hacer negocios o especular.
Gracias a la colaboración de Yahoo!, sostiene la entidad no gubernamental, “Shi purga hoy diez años de cárcel por haber denunciado que Beijing todavía prohíbe mencionar la masacre de estudiantes en la plaza Tian An-men, ocurrida el 4 y el 5 de junio de 1989.
“Por supuesto, como China es el segundo mercado mundial en materia de Internet, sus grandes operadores no trepidan en someterse a las normas políticas del gobierno”, afirma RsF. “William Gates y sus equivalentes en Google y Yahoo! mantienen conductas ambivalentes y no se animan a tocar el tema. Tampoco lo hacen gobiernos en teoría tan democráticos como Estados Unidos, la Unión Europea y Japón”. Por ejemplo, varios grupos de debate por la Red han detectado que los buscadores bloquean libros como “Fahrenheit 451” de Ray Bradbury o “Rebelión en la granja” de George Orwell, porque figuran en el índex chino.
Como ocurre con la “censura selectiva” de contenidos, presuntos símbolos de libertad en el ciberespacio –Yahoo!, Google, MSN- acatan instrucciones y sugerencias de las autoridades chinas. Lo hacen vía sus oficinas en Hongkong, donde sólo hay democracia para hacer negocios o especular.
Gracias a la colaboración de Yahoo!, sostiene la entidad no gubernamental, “Shi purga hoy diez años de cárcel por haber denunciado que Beijing todavía prohíbe mencionar la masacre de estudiantes en la plaza Tian An-men, ocurrida el 4 y el 5 de junio de 1989.
“Por supuesto, como China es el segundo mercado mundial en materia de Internet, sus grandes operadores no trepidan en someterse a las normas políticas del gobierno”, afirma RsF. “William Gates y sus equivalentes en Google y Yahoo! mantienen conductas ambivalentes y no se animan a tocar el tema. Tampoco lo hacen gobiernos en teoría tan democráticos como Estados Unidos, la Unión Europea y Japón”. Por ejemplo, varios grupos de debate por la Red han detectado que los buscadores bloquean libros como “Fahrenheit 451” de Ray Bradbury o “Rebelión en la granja” de George Orwell, porque figuran en el índex chino.