En la temporada estival, Verbier, en los Alpes suizos, y Villa La Angostura, en la Patagonia argentina, muestran una faceta distinta a la tradicional escena invernal. Cuando la nieve se retira, ambos destinos se convierten en escenarios de exploración, naturaleza y descanso, ampliando la propuesta turística habitual.
En Verbier, el paisaje alpino presenta rutas de senderismo que atraviesan valles y lagos, mientras la bicicleta de montaña y el parapente desplazan al esquí como principales actividades. Los visitantes pueden recorrer pequeños pueblos, disfrutar de la gastronomía local y contemplar la geografía sin la capa de nieve que la caracteriza durante el invierno. The Lodge, propiedad de Virgin Limited Edition, se posiciona como un refugio de montaña contemporáneo y base para explorar los alrededores, con servicios de piscina, spa y cocina de estación.
Por su parte, Villa La Angostura experimenta una metamorfosis cuando la nieve del cerro Bayo desaparece. El lago Nahuel Huapi y los bosques de coihues ofrecen un entorno propicio para paseos en kayak, caminatas entre arrayanes y jornadas de pesca con mosca. Las noches estrelladas y la serenidad del entorno invitan a la contemplación y al descanso. Las Balsas, reconocido establecimiento hotelero de la región, acompaña la temporada con habitaciones abiertas al lago, spa integrado al bosque y gastronomía basada en productos locales.
La transición de ambos destinos durante el verano evidencia la capacidad de la montaña para ofrecer alternativas de turismo activo y de relax más allá de la nieve, con propuestas que integran naturaleza, hospitalidad y actividades diversas, según informó la compañía.
