Aun antes de su inauguración en 2016 el complejo de departamentos de lujo Lumina se puede ver desde la bahía , desde Treasure Island y desde muchos sectores de San Francisco. El precio para entrar a esta vida a nivel cielo es alto. Las unidades más baratas cuestan un millón de dólares.
“El mercado va a seguir subiendo” dice Gregg Lynn, el agente de Sotheby’s que maneja la venta del pent-house.
No se sabe todavía si San Francisco igualará algún día los precios estratosféricos que los mejores lugares en Nueva York ( que llegan a los US$ 100 millones) pero Lyn prevé que al techo para los precios en San Francisco seguirá subiendo porque la riqueza es enorme y la oferta de vivienda es escasa.
El complejo Lumina, desarrollado por Tishman Speyer con el fondo chino China Vanke, está situado a dos cuadres del embarcadero de Bay Bridge, donde negocios, restaurantes y otras atracciones están floreciendo en esta economía boyante.
Esta apuesta de Lumina por las propiedades de alto nivel aparece en medio de una crisis de capacidad de compra de inmuebles generada por la actividad de la economía tecnológica. Los precios de los inmuebles en Bay Area están marcando récords. La clase media está ahogada, pocas viviendas en alquiler y las que hay son impagables. La presión se siente en todos los barrios. En el Mission District, de moda hace unos años, un departamento estándar de dos dormitorios ahora se alquila en US$ 3.800.
Consciente de estas presiones Tishman Speyer señala que también está desarrollando 190 unidades habitacionales estándar con precio inicial de US$ 200.000.