Mucho antes era el problema de las horas frente a “la caja boba”. Luego fue las horas frente a la PC. Después llegó You Tube y las redes sociales. La proliferación de teléfonos inteligentes, que hoy está en manos de muchos niños y adolescentes, significa una preocupación permanente para padres que vigilan las relaciones sociales de sus hijos. El ámbito de las redes sociales sigue siendo muy esquivo a los controles y los adolescentes encuentran en él una forma adictiva de liberarse de la vigilancia parental.
Los adolescentes figuran entre los usuarios más prolíficos de las redes sociales. Los últimos estudios descubren que los jóvenes pasan una parte considerable de su vida cotidiana interactuando con los medios sociales. Por lo tanto, surgen innumerables debates y controversias sobre los efectos que esto tiene eh el desarrollo de la personalidad.
Entre las muchas herramientas de comunicación que están a disposición de los adolescentes figuran posteos, actualizaciones de estado, feeds de actividad y perfiles, Son herramientas que proporcionan sitios como Facebook y MySpace en la denominada Web 2.0. El término Web 2.0 define sitios que están diseñados para: (a) permitir la participación de grupos de usuarios en lugar de estar controlados centralmente pro proveedores de contenido, (b) agregar y mezclar contenido proveniente de múltiples fuentes y (c) interconectar intensamente a usuarios y contenido.
Los adolescentes usan los medios sociales en grandes cantidades. El hecho que la juventud esté conectada a esas comunidades globales online es a la vez una perspectiva atemorizadora para padres y educadores y una interesante área para la investigación de las ciencias sociales. Por ejemplo, educadores y padres en Estados unidos se encuentran ante un dilema difícil sobre los estudiantes y las redes sociales. Muchos profesores sostienen que los estudiantes aprenden de maneras nuevas usando los medios sociales y que los educadores también deberían incorporarlos. No obstante, muchos distritos escolares bloquean el acceso a las redes. . Por su parte los padres se preocupan por la seguridad y los efectos sobre el desarrollo social de sus hijos.
Un debate abierto y todavía no resuelto.