Según una reciente encuesta de Boston Cosulting Group, los padres que trabajan de manera remota en sus hogares desde que comenzó la pandemia, pasan 27 horas adicionales cada semana en tareas domésticas, cuidados infantiles y educación. Casi el equivalente a un segundo trabajo, además de las responsabilidades del hogar antes de la crisis.
Incluso antes de la llegada de la crisis de COVID-19, muchos padres en situación laboral activa, intentaban encontrar un equilibrio entre la vida laboral y personal. Sin embargo, las presiones de esta pandemia han hecho que la situación sea mucho más compleja. Con las escuelas y guarderías cerradas, afectando al 70% de los niños en todo el mundo, los padres se convirtieron en proveedores de cuidado infantil a tiempo completo y maestros de escuela en el hogar, incluso en el horario donde tienen que cumplir con sus responsabilidades laborales.
Según la encuesta de BCG titulada “Caregivers Survey 2020”, realizada a 3.055 padres laboralmente activos en cinco países (Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Alemania y Francia), si bien madres y padres están dando un paso adelante en las tareas hogareñas, las mujeres siguen siendo, como lo hacían antes de la crisis, las que invierten la mayor cantidad de tiempo en las tareas del hogar y cuidado de los niños, con 15 horas semanales más que los hombres, reportando un total de 65 horas semanales – 35 antes de la pandemia, sumando aproximadamente 29 después de la crisis – , contra 50 horas semanales dedicadas por los padres – 25 antes y 25 después -.
Además, el 60% de los encuestados no tiene ayuda externa para cuidar y educar a sus hijos, otro 10% tiene menos ayuda que antes de la pandemia, y cerca de la mitad de los encuestados siente que su desempeño laboral ha disminuido como resultado de administrar estas responsabilidades adicionales, incluyendo la educación online y actividades recreativas.
A medida que las empresas se preparan para una nueva realidad, estas deben seguir de cerca las necesidades de sus empleados con hijos y brindarles el apoyo necesario, ya que muchos de ellos forman parte de puestos jerárquicos. Tampoco se debe perder de vista el progreso logrado en la diversidad de género, implementando estrategias activas principalmente para las madres, que siguen estando poco representadas en los equipos de liderazgo y que están asumiendo una carga aún mayor en el contexto actual.
En la encuesta, BCG incluye una serie de recomendaciones para alivianar la carga adicional que tienen los empleados con niños. En este sentido, los empleadores deben:
- Ser flexibles, comunicarse abiertamente y priorizar las tareas, asumiendo que los empleados que trabajan desde sus hogares no lo harán de manera habitual, reasignando los recursos según sea necesario para crear más flexibilidad y apoyo para los quienes lo necesiten.
- Brindar la posibilidad de adaptarse y encontrar un medio para ayudar a los empleados con hijos a tomarse el tiempo que necesitan, o a adaptar el modelo de trabajo para que puedan continuar concentrándose en sus actividades laborales.
- Hacer ajustes en las evaluaciones de desempeño. Esta crisis tiene influencia en el rendimiento de los empleados, por parte del empleador es importante considerar las tendencias a largo plazo para poder ajustar las evaluaciones de desempeño de acuerdo a la situación actual de cada familia.
- Liderar con empatía, ya que no hay soluciones perfectas para estos problemas inesperados, el primer paso es llegar de manera proactiva a los empleados, reconocer sus desafíos y tener empatía con las diferentes situaciones familiares que se puedan llegar a presentar.
Enmarcar la situación actual como un desafío y abordarlo de manera colectiva es fundamental, en lugar de poner la responsabilidad sobre los empleados sobrecargados.
El reporte completo se puede descargar aquí.