Gary L. Francione y Anna E. Charlton, autores del libro, son dos catedráticos en la Rutgers University que tratan, desde hace años, el tema de los derechos de los animales con profundidad y seriedad. En el libro, que es un ensayo paralelo entre derechos humanos y derechos animales, dicen que “cuando hablamos de derechos animales hablamos primeramente de un derecho: el derecho a no ser propiedad. Si los animales importan moralmente, si no son cosas, no pueden ser propiedad de nadie. Si son propiedad pueden ser solamente cosas.
Cuando ponemos este tema en el contexto humano, coincidimos en que todos los humanos, cualquiera sean sus características particulares, tienen el derecho fundamental de no ser tratados como propiedad esclava. Todos rechazamos la esclavitud humana, aunque existe.
La razón por la que rechazamos la esclavitud es que un humano que es esclavo deja de ser tratado como persona, lo que quiere decir que el esclavo deja de ser alguien que importe moralmente. Un esclavo humano es algo que existe completamente fuera de la comunidad moral.
La ley intenta equilibrar los intereses de los humanos y los intereses de los animales sólo cuando ambos entran en conflicto. Pero los humanos tienen derechos, inclusive el derecho a tener y usar propiedad. Los animales son propiedad. Cuando la ley intenta equilibrar intereses humano y no humanos, el resultado está predeterminado.
Como son propiedad esclava, el nivel de bienestar animal siempre va a ser muy bajo. Cuesta dinero proteger los intereses de los animales, lo cual significa que esos intereses serán protegidos mayormente solo en aquellas situaciones en las que hay un beneficio económico al hacerlo”.
La teoría está extensamente desarrollada en el libro.
Un resumen completo del libro en inglés se encuentra acá
https://aeon.co/essays/why-keeping-a-pet-is-fundamentally-unethical
