“Las claves para lograr este reconocimiento se basan en el trabajo a largo plazo, sin perder el rumbo a pesar de la coyuntura que se presente, además del foco en la sustentabilidad y de lograr un producto que presenta una alta calidad año tras año. El terruño de San Patricio de Chañar es estupendo”, resalta Ana Viola, CEO de Bodega Malma, en el marco de la 29° edición de los Premios Exportar, en donde se reconoce el esfuerzo de las empresas nacionales en posicionar sus productos y servicios en el mercado global.
En un evento organizado por la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) y la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI), la bodega ha sido destacada por “la producción de vinos de alta calidad que reflejan el carácter único de la región”, además de remarcar las “certificaciones en viticultura sustentable y producción vegana, atributos que refuerzan su competitividad global”.
“Es un testimonio de su dedicación a la calidad y la innovación, un ejemplo de cómo los productos locales pueden conquistar paladares globales”, concluyeron desde el evento y, en esa línea, Ana Viola aseguró que el objetivo está en “seguir consolidando los mercados más importantes: Brasil, EE.UU., Reino Unido y la Comunidad Europea, en donde contamos con un depósito en Bélgica para abastecer en 48 h. a todos los países de la región. Y, por supuesto, estar atentos a nuevas oportunidades como India y China”.
Sobre Bodega Malma
Nació con el proyecto vitivinícola en San Patricio del Chañar, una región que se destaca por sus vinos de alta calidad y que también está apostando a que los visitantes puedan permanecer en la zona con un nuevo hospedaje de alta gama. Siguiendo la tendencia de sustentabilidad que se extiende a nivel mundial, la bodega sumó mini casas móviles Haiku, asociando un concepto minimalista que respeta el medioambiente y se enfoca en el detalle y en el confort: diseño simple que satisface el gusto más exigente.
Enmarcadas por las 127 hectáreas de viñedos, plantadas en su mayoría en 2001 y regadas por las aguas de deshielo del Río Neuquén, una primera etapa del desarrollo supondrá tres módulos que buscarán satisfacer la demanda del turismo vitivinícola. “Hoy es algo muy demandado en la región”, aclara Pedro Soraire, director de la bodega, que también cuenta con Casa Malma, a solo 1000 metros del edificio principal y del restaurant, con capacidad máxima para cinco pasajeros.
Sin dudas, se trata de un entorno ideal para los amantes del vino: pernoctar allí mientras se disfruta de la posibilidad de combinar paisajes increíbles y una gastronomía top con productos de estación pensados para el maridaje con los mejores varietales, principalmente Pinot Noir, Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, Sauvignon Blanc y Chardonnay.
“Seguimos en el camino de transformarnos en una bodega 100% sustentable y acompañar la fuerte tendencia internacional en materia de mitigación del cambio climático. Amamos a la Patagonia, lugar único que elegimos para plantar nuestros viñedos. Toda nuestra estrategia con relación a la Bodega está pensada no solo desde el negocio sino también desde nuestro impacto en el entorno que habitamos”, dice Ana Viola.