Consideremos, entonces, lo que sigue como una hoja de conducta para pasajeros de viajes largos.
He aquí, las conductas que más molestan al personal de cabina en los pasajeros a quienes tienen que atender durante todo el viaje:
Que monopolicemos los compartimientos para equipaje de mano
Que no saludemos al entrar al avión
Que les demos basura cuando están sirviendo la comida
Que pongamos las piernas sobre la pared o sobre el asiento de otros pasajeros
Que preguntemos qué hay para comer cuando hay un menú
Que no prestemos atención a los anuncios de seguridad
Que no especifiquemos cómo queremos el café
Que no nos hagamos responsables de nuestras pertenencias
Que ocupemos el baño cuando el avión ha iniciado el descenso
Que les hablemos con los auriculares puestos
Que toquemos innecesariamente el botón de llamada
Que les toquemos el brazo para llamar su atención
Que vayamos al lavabo cuando está la señal de mantener puesto el cinturón de seguridad
Que reaccionemos con agresividad cuando una de las opciones de comida ya se acabó
Que actuemos como si tuviéramos todo el derecho del mundo
Que caminemos descalzos, especialmente si vamos al baño
Que le pidamos prestada la lapicera
Que chaqueemos los dedos para llamar su atención
Que usemos el pasillo para desperezarnos
Que las acusemos por cosas que están más allá de su control
Que esperemos que estén tan informadas como el capitán