No es que en Gran Bretaña sea ilegal vender sexo pero sí es ilegal ofrecerlo en lugares públicos. Leeds es la primera ciudad en este aspecto. Lo permite en el distrito industrial en el cordón de la ciudad. El objetivo es correr a las prostitutas de las calles residenciales y concentrarlas en un distrito industrial con mucha actividad diurna pero nada durante la noche.
Delimitando así la zona donde se permite a las trabajadoras del sexo deambular por las calles o pararse en una esquina, se establecen ciertas limitaciones. A saber:
No pueden trabajar fuera del área acordada ni fuera del horario permitido.
No se puede dejar tirado por la calle ni preservativos ni sus envoltorios ni jeringas.
No se tolerará ni crimen ni desorden público ni conductas antisociales
No se tolerará el uso de drogas
El área está perfectamente delimitada por calles y unas 40 mujeres trabajan allí en forma regular. Algunas son británicas, otras inmigrantes.
La disposición municipal entró en vigencia en octubre del año pasado y desde entonces, dice una de las trabajadoras que no da su nombre, la policía las cuida en lugar de arrestarlas. Parece que la medida ha llevado armonía al lugar. Quien se atenga a las reglas no tiene problemas.
La municipalidad, en sociedad con la policía, dice que el método anterior de vigilancia policial no funcionaba. El establecimiento de la zona permitida significó menos quejas de vecinos y un importante aumento de mujeres con acceso a los servicios sociales.