<p>El Impacto del Ataque Cerebral</p>
<p>El ataque cerebral es la tercera causa de muerte y la primera causa de discapacidad en adultos en nuestro país, donde ocurre uno cada 4 minutos. Es una enfermedad de enorme impacto tanto a nivel de la salud pública como a nivel económico.<br />
En los últimos 10 años, más de 1.200.000 argentinos han padecido un ataque cerebral y al menos la mitad de ellos han quedado moderada o severamente discapacitado. Más de un 40% han fallecido.<br />
En los Estados Unidos, entre costos directos e indirectos, se han consumido recursos económicos por 65.5 billones de dólares, lo que equivale al 25% del PBI de nuestro país.</p>
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El Ataque Cerebral en Argentina</p>
<p>Hemos identificado graves problemas en cuanto a la situación del ataque cerebral en nuestro país:<br />
1. La comunidad desconoce qué es el ataque cerebral. Mucho menos sabe cómo prevenirlo ni qué hacer en caso de sufrir uno.<br />
2. La calidad de atención del ataque cerebral está muy por debajo de los estándares internacionales. Esto ha quedado demostrado por un trabajo de investigación de la Sociedad Neurológica Argentina.<br />
3. Los científicos argentinos más prestigiosos en el campo de las enfermedades cerebrovasculares han emigrado al exterior en búsqueda de financiación para conducir sus investigaciones. Por otra parte, Argentina se encuentra en un lejano 4º puesto en el ranking latinoamericano de producción científica con respecto al ataque cerebral.<br />
4. Mientras en los países desarrollados se han invertido millones de dólares para disminuir el impacto del ataque cerebral mediante el desarrollo de programas integrales de prevención, educación y tratamiento, en nuestro país nada hemos hecho al respecto. </p>
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Objetivos de la Fundación Thomas Willis</p>
<p>Con el fin de enfrentar los 4 problemas mencionados, la Fundación Thomas Willis se ha propuesto los siguientes objetivos:<br />
1. Promover la educación de la población acerca las enfermedades cerebrovasculares mediante financiación de campañas como la de la Sociedad Neurológica Argentina.<br />
2. Promover la educación de los profesionales (médicos, enfermeros, etc.) involucrados en el tratamiento del ataque cerebral<br />
3. Financiar la investigación en enfermedades cerebrovasculares con el objeto de posicionar a nuestro país en el primer lugar dentro de Latinoamérica en cuanto a nivel y volumen de producción científica.<br />
4. Colaborar con organismos gubernamentales en el desarrollo de programas, leyes y estrategias para la generación de sistemas de atención del ataque cerebral mediante proyectos de colaboración con organizaciones internacionales del primer mundo que han demostrado ser exitosas en este sentido.</p>
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Primer Foro Canadiense-Argentino de Stroke (FCAS)</p>
<p>El FCAS el una iniciativa de la Fundación Thomas Willis en el marco de un proyecto de colaboración científico-técnica entre Canadá y Argentina. Este evento es auspiciado por el Consulado General de la República Argentina en Toronto, el Ontario Stroke System y el Canadian Stroke Consortium.<br />
El objetivo es generar una puesta al día sobre las intervenciones que generan el mayor impacto sobre la reducción de las consecuencias del ataque cerebral: la prevención y el tratamiento a tiempo. Por otra parte se abordará el tema de cómo implementar o trasladar experiencias exitosas de países desarrollados en la Argentina.<br />
Adelanto de las Principales Conclusiones del Primer Foro Canadiense-Argentino de Infarto Cerebral</p>
<p>Educación y Ataque Cerebral</p>
<p>El nivel de educación es directamente proporcional al nivel socioeconómico de un determinado segmento poblacional y la limitación del acceso a la salud no explica las deficiencias en la salud de los segmentos socioeconómicos más bajos.</p>
<p>Debemos abandonar la perspectiva reduccionista del modelo biomédico dado que los indicadores de nivel socioeconómico como la educación explican mejor el status de salud pública de una población que sus factores de riesgo biológicos clásicos.</p>
<p>A menor nivel de educación, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas y de morir por enfermedades vasculares como el ataque cerebral y el infarto cardiaco.</p>
<p>En Argentina, el nivel de educación de una persona, determina su riesgo de morir por un ataque cerebral según datos del Registro Nacional de Ataques Cerebrales (ReNACer).</p>
<p>La educación a la comunidad mejora nuestros resultados terapéuticos. Las campañas deben educación persistir en el tiempo para que la población las recuerde.</p>
<p>Las nuevas teorías económicas postulan que la inversión en educación puede ser más efectiva que la inversión directa en salud. Un peso invertido en educación podría generar myores beneficios que un peso invertido en salud.</p>
<p>Tenemos la capacidad de articular la unión y trabajo en equipo de los múltiples jugadores que deberían pueden involucrarse para disminuir el impacto del ataque cerebral en Argentina.</p>
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Prevención del Ataque Cerebral</p>
<p>La evolución de la ciencia en los últimos 10 años ha puesto a disposición de los profesionales, múltiples y variadas intervenciones terapéuticas farmacológicas y no farmacológicas que han demostrado ser efectivas para prevenir el ataque cerebral.</p>
<p>Con adecuados programas de prevención es posible disminuir el número de ataques cerebrales en nuestro país. Necesitamos políticas, programas orgánicos y el trabajo mancomunado en pos de un cambio. </p>
<p>Evitar el sedentarismo, controlar adecuadamente la presión arterial, control estricto de la diabetes, dejar de fumar, mantener niveles bajos de colesterol, mantener una dieta rica en vegetales y frutas con bajo contenido de sal y evitar el consumo excesivo de alcohol son las medidas de mayor impacto.</p>
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Tratamiento del Ataque Cerebral</p>
<p>El ataque cerebral puede tratarse si se actúa a tiempo. Para ello es fundamental que la población sepa que el ataque cerebral existe y que es tan o más grave que el infarto cardiaco. También necesitamos desarrollar programas de atención en hospitales distribuidos regionalmente en forma estratégica de manera tal que podamos responder a la demanda de la población.</p>
<p>Existen drogas como el activador tisular del palsminógeno (tPA) que han demostrado disminuir de manera espectacular las secuelas del ataque cerebral. En Argentina el tPA está subutilizado y debemos enfocar los esfuerzos a lograr una mayor utilización. Es un esfuerzo de largo plazo, pero es posible e indispensable.</p>
<p>Otras medidas terapéuticas también han demostrado disminuir la mortalidad y las secuelas del ataque cerebral. Para que puedan ser aplicadas correctamente es indispensable que el paciente consulte rápidamente, idealmente dentro de las primeras 2 horas luego de comenzados los síntomas. El tiempo es cerebro: por cada minuto que pasa una persona con un ataque cerebral, mueren 2 millones de neuronas.</p>
<p>Los síntomas del ataque cerebral que debemos reconocer para actuar rápidamente son:</p>
<p>1. Falta de sensación, debilidad o parálisis repentinas en la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo. Se trata del síntoma más frecuente. </p>
<p>2. Confusión súbita, problemas repentinos para hablar o entender. </p>
<p>3. Problemas repentinos para ver con uno o los dos ojos. </p>
<p>4. Dificultades para caminar, mareo, vértigo, pérdida del equilibrio o falta de coordinación. </p>
<p>5. Dolor de cabeza súbito y de máxima intensidad.</p>
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Aplicando sistemas exitosos de países desarrollados en Argentina</p>
<p>Países como Canadá han desarrollado programas integrales de atención del ataque cerebral muy exitosos. Un ejemplo de ellos es el Ontario Stroke System, programa implementado en la provincia de Ontario, con una población aproximada de 12 millones de habitantes.</p>
<p>Hasta 1997 sólo se habían hecho esfuerzos independientes y no coordinados para optimizar el cuidado de pacientes con ataques cerebrales. Ese año, la Heart & Stroke Foundation of Ontario (Fundación) y el Ministerio de Salud provincial (Ministerio) se unieron para crear el OSS. La Fundación lideró una prueba piloto para testear la factibilidad del sistema en cuatro centros regionales. Durante esta fase de implementación se invirtieron $C 70 millones y luego se siguieron invirtiendo $C 30 millones por año para su funcionamiento. En el año 2006, el OSS ya contaba con 11 subsistemas regionales y un programa de Telestroke.</p>
<p>El OSS apunta a disminuir la incidencia de ataques cerebrales y asegurar la atención médica para todos los habitantes de la provincia en tiempo y forma.</p>
<p>El sistema está articulado alrededor en 3 niveles de atención: a) prevención primaria y secundaria , b) cuidado agudo y c) cuidado continuo o rehabilitación. Cada uno de los 11 subsistemas regionales tiene su área geográfica de influencia, brindando la atención estratificada en los 3 niveles mencionados previamente a toda su población. Cada subsistema cuenta con: a) un Centro Regional de Ataques Cerebrales (CRAC), b) un número variable de hospitales públicos, c) centros de rehabilitación dentro y fuera de los CRACs y hospitales públicos, y d) clínicas de prevención.</p>
<p>La organización en subsistemas permite sortear el obstáculo de las distancias geográficas asegurando la rápida atención del ataque cerebral. Obviamente se apoyan en una logística perfectamente organizada que permite derivar a cada paciente al centro más cercano y por la vía más rápida. Otro beneficio de la organización en subsistemas es la agilización de la comunicación entre los distintos eslabones de la cadena de atención, lo que permite un adecuado seguimiento una vez que los pacientes son dados de alta, la rápida derivación a centros de rehabilitación y la rápida detección de recurrencias (gracias a la fidelización del paciente con los programas de prevención secundaria).</p>
<p>Resultados del Ontario Stroke System en cuanto a la prevención agudo del ataque cerebral. El factor de riesgo más potente para el ataque cerebral es haber sufrido alguno en el pasado. Por este motivo es fundamental implementar programas de prevención secundaria que aseguren la aceptación y constancia del paciente. Una barrera para los programas de prevención secundaria es que los pacientes se “pierden” luego del alta y nunca retornan a las clínicas de prevención. La proporción de pacientes derivados desde CRACs a clínicas de prevención aumentó desde un 9% a 63,4%.</p>
<p>Resultados del Ontario Stroke System en cuanto al tratamiento agudo del ataque cerebral. El 80% de los ataques cerebrales se producen porque un coágulo de sangre tapa una arteria, ocasionado un infarto cerebral. Las neuronas solo pueden subsistir uno pocos minutos sin oxígeno y se estima que por cada minuto que transcurre durante el ataque cerebral, mueren 2 millones de neuronas. Afortunadamente existe un tratamiento para destapar las arterias: el tPA (activador tisular del plasminógeno) es una droga que diluye los coágulos, permitiendo que las neuronas que de otra manera estaban condenadas a morir por falta de oxígeno recobren su vitalidad y sobrevivan al ataque cerebral. La mayor barrera para poder utilizar esta droga es el tiempo. Su eficacia ha sido demostrada solo cuando se administra dentro de las primeras 3 horas desde el inicio de los síntomas y para que esto sea posible, el paciente debe arribar a la guardia del hospital dentro de las primeras 2 horas. En el año 2000, el 33% de los pacientes llegaba al hospital dentro de las primeras 2,5 hs y solo el 5,1% de ellos era tratado con tPA. Para el año 2005, esta tasa creció a un 31,7%.</p>
<p>Factibilidad para la implementación de sistemas de atención del ataque cerebral en Argentina. Consideramos que es posible emular estos programas en nuestro país. Contamos con recursos humanos de excelencia para lograrlo. Solo es necesaria una decisión política que apunte a articular los esfuerzos y capacidades de todos los responsables involucrados. La Fundación Thomas Willis se ha propuesto hacerlo y ya han comenzado a darse los primeros pasos.</p>
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Para más información<br />
Fundación Thomas Willis<br />
Mail. <a href=""mailto:casf@fundaciontw.org"">casf@fundaciontw.org</a><br />
Tel. 15-6859-2803<br />
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Primer Foro Canadiense-Argentino de Stroke
Fundación Thomas Willis – Luchando contra el Ataque Cerebral (Stroke). Buenos Aires, 18 de diciembre de 2008