Según LifeHacker hay realmente un culpable detrás del mal aliento. No son los cigarrillos ni las cebollas: la respuesta está en el agua.
Sí. Aparentemente es la deshidratación la que provoca halitosis, o un mal aliento del infierno. Aunque la deshidratación puede intensificarse en periodos de larga inactividad como durante la noche o viajes largos.
Es que la deshidración provoca sequedad en la boca; al no producir la suficiente saliva las bacterias se multiplican y el mal aliento crece. Para los que entiendan inglés, este video lo explica mejor.