Orgánicos y biodinámicos, crece la tendencia de los vinos ecológicos

En los últimos tiempos es común escuchar a los enólogos hablar de “vinos de terroir”. Se refieren a esos vinos que expresan todo el potencial de las uvas, el suelo, el clima y el trabajo del hombre de un viñedo o una región determinada. Es una de las metas más concretas de los profesionales del vino, porque eso permitirá consolidar la identidad de sus productos y mostrar la diversidad de la vitivinicultura nacional. Por supuesto, este concepto se aplica a cualquier vino, ya sea elaborado de forma tradicional, sea orgánico o biodinámico. Pero quizás sean estos dos últimos los que representen con todas las letras lo que un terruño tiene para dar. Para hablar de las particularidades de estos vinos y teniendo en cuenta que el próximo 19 y 20 de agosto se realiza la tercera edición de la Feria de Vinos Orgánicos en La Botica del Ãngel de Bergara Leumann (una oportunidad muy interesante para conocer a las principales bodegas argentinas que producen de manera “amigable” con el ambiente). Francisco Barreiro, periodista y organizador de este evento comparte su conocimiento sobre este tema: “Los vinos orgánicos y biodinámicos proponen una producción amigable y responsable con el medio ambiente y la salud; utilizando como medio de producción el cultivo natural. En una cata a ciegas es difícil distinguirlos de uno elaborado de forma tradicional, pero son vinos más sanos, que expresan de manera genuina su terroir. Son lo que la uva realmente tiene para dar. Para ser biodinámico primero hay que ser orgánico. Es decir, tanto en el trabajo en el viñedo como en la elaboración en la bodega no se pueden usar ningún producto tóxico (pesticidas, herbicidas, fertilizantes artificiales). Están totalmente prohibidos. En la producción biodinámica, además de ser orgánicos, se establece un calendario vitivinícola en conjunción con los ciclos lunares y la armonía entre diversos agentes naturales, como animales y vegetales que conviven con los viñedos. La agricultura biodinámica se basa en un principio fundamental: la comprensión del viñedo como un organismo vivo. Por lo que todo lo que se modifica por el trabajo del hombre debe volver a su equilibrio natural para que sea autosustentable. Así, se rotan los cultivos, se aplican preparados biodinámicos hechos con hierbas y estiércol de los animales genuinos de la zona y se utiliza un calendario biodinámico que marca la influencia de los astros, los planetas y la luna en los cultivos y el suelo. El objetivo es tener viñedos sanos, que produzcan uvas de mejor calidad y gran expresión”.

Muchas de las etiquetas se elaboran en el país se exportan a Europa, Estados Unidos y Asia, sin siquiera presentarse en mercado local. Aunque sigue siendo un mercado de nicho, en los últimos cuatro años, el consumo en Argentina creció de manera considerable. Así también creció el mercado externo: en 2014, la exportación de vino orgánico argentino creció en un 59%, con un total de 10.659.526 kg, según el último informe del SENASA. Los principales mercados fueron la Unión Europea (casi 80%), EEUU (menos del 10%) y Asia (5%). En la actualidad existen unos 60 productores de uva orgánica en Argentina que están certificados; la mayoría en Mendoza, la provincia con mayor superficie vitivinícola cultivada. Y se registran más de 2500 hectáreas dedicadas a los vinos orgánicos y biodinámicos. La feria es una oportunidad única para probar estos vinos, sanos, elegantes y sabrosos.