Un estudio realizado en ratones descubrió que la cirugía de bypass gástrico puede ayudar a la pérdida de peso no sólo reduciendo el tamaño del estómago sino cambiando la composición de la población microbiana. El segundo estudio descubrió que la gente con más microbios productores de metano muestran más predisposición a ser pesados y a tener un alto porcentaje de grasa corporal.
Los descubrimientos podrían conducir a nuevos métodos para perder peso centrados en los microbios, un área donde el desarrollo de drogas ha sido especialmente difícil.
Los estudios no son los primeros en relacionar microbios en el estómago con obesidad. Hace algunos años, cuando apenas comenzaba el estudio del microbioma (los microorganismos que habitan en el cuerpo humano), los investigadores descubrieron que tanto los humanos como los ratones que tienen sobrepeso tienden a tener una población de microbios gástricos diferentes en composición de los de los individuos delgados. Y cuando los microbios de la gente obesa eran transplantados a a ratones libres de microbios los animales ganaban más peso que los que eran tratados con microbios de gente delgada.
El equipo de investigadores de Harvard, dirigidos por el doctor Lee Michael Kaplan, tiene ahora más pruebas de que los microbios pueden ayudar a controlar el peso y que pueden tener un papel crucial en uno de lostratamientos de pérdida de peso más exitosos que existen. Los científicos ya tenían algunas pistas de que los beneficios de la cirugía de bypass gástrico no derivan simplemente de una reducción en las caloría consumidas. (La cirugía reduce drásticamente el tamaño del estómago y de ahí la cantidad de alimentos que la gente puede comer). Los pacientes muestran cambios en el azúcar en sangre y también cambios en las hormonas que regulan el hambre, aun antes de que pierdan peso.
“Hay varias demostraciones de que esto no funciona sólo por restringir mecánicamente cuánto como una persona, sino que funciona cambiando los mecanismos centrales del equilibrio energético y la función metabólica†dice Kaplan, director del Massachusetts General Hospital Weight Center. Investigaciones anteriores en roedores y humanos sugerían que el procedimiento altera los microbios en el estómago pero no habían comprobado que eso influye en el peso.
En el nuevo estudio, publicado hace días en el Science Translational Medicine, los investigadores estudiaron tres grupos de ratones obesos alimentados con una dieta rica en grasas. Un grupo fue sometido a un procedimiento similar al bypass gástrico y perdió 30% de su masa corporal. A los otros dos grupos les hicieron una operación falsa: se hicieron incisiones pero la anatomía no fue alterada. a Los animales con bypass comían la misma cantidad que los animales de control pero parecían gastar más energía. Al analizar el AND en muestras fecales antes y después del procedimiento, los investigadores descubrieron que el bypass gástrico tenía un efecto importante y duradero sobre los microbios gástricos.
Específicamente, vieron un aumento de las bacterias Verrucomicrobia y Gammaproteobacteria, cambios similares a los que se observan en las personas con bypass. Al transplantar microbios gástricos de ratones alterados por cirugía a animales libres de microbios observaron que estos últimos perdían peso, lo cual sugiere que los microbios mismos son responsables de por lo menos parte de la pérdida de peso observada con el bypass gástrico.
Los descubrimientos plantean el dilema de cómo hacer para aprovechar los beneficios del bypass gástrico sin cirugía. Para encontrar la respuesta, los científicos deben averiguar qué microbios desatan la pérdida de peso y cómo lo hacen.
Una hipótesis es que influyen en el gasto energético del cuerpo: las calorías que quemamos al simplemente estar sentados. Se sabe que ese gasto energético ocurre en los músculos y las grasas pardas. Pero cómo influyen los microbios es un misterio.
En esa investigación se encuentran ahora. Según los resultados, podrán crear un cóctel de microbios adelgazantes. Una opción menos atractiva es ofrecer transplantes microbiales de gente que se sometió a bypass gástrico. Esos transplantes ya se están considerando para el caso de severos desórdenes intestinales.
El segundo estudio, publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, descubrió que la gente que exhala altos niveles de metano e hidrógeno– medidas indirectas de ciertos microbios gástricos – son más proclives a ser gordos. Los investigadores han puesto la mira en un microbio en particular que genera metano, el Methanobrevibacter smithii, que ayuda a extraer calorías de la comida. Se encuentran haciendo una prueba clínica en la que dan a la gente antibióticos para destruir este microbio y luego medir si se reduce su extracción calórica.