El pueblo se llama Bodegraven y ha colocado rayas de luz en el suelo de la vereda, justo delante de las rayas de la calle. La idea es que los que están mirando el teléfono continuamente las vea y no crucen la calle distraídamente.
La raya de luz es roja cuando no pueden cruzar y verde cuando pueden. Por ahora las han colocado solamente en una esquina a modo de prueba.
Las luces las instala HIG Traffic Systems, una compañía de la misma ciudad, que espera vender su sistema a otras ciudades. Un vocero de la compañía dijo que “el uso de teléfonos por parte de peatones y ciclistas es un problema grande. Muchas veces los tranvías de La Haya tienen que hacer una parada de emergencia porque alguien cruza mirando su teléfono en lugar del semáforo”.