domingo, 12 de enero de 2025

Los peligros de ignorar un miniaccidente cerebro-vascular

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Los neurólogos temen que, en muchos casos, los médicos de otras especialidades no estén reconociendo los síntomas de una miniapoplegía, que son simplemente señales de alarma para indicar que se acerca un ataque mayor y más devastador.

Los ataques cerebro-vasculares (ACV o apoplegía) son la primera causa de discapacidad en Estados Unidos y la número tres de muertes. Muchos de esos ataques masivos son precedidos por miniataques, en los que los síntomas –aturdimiento y cambios en la visión– a menudo desaparecen en una hora o dos. Como los síntomas se van, la gente los ignora y algunos médicos tampoco los interpretan y los diagnostican como migraña, baja presión, ansiedad, convulsión o un ataque al corazón. En consecuencia, opina Mark J. Alberts, del Northwestern Memorial Hospital de Chicago, esos pacientes pueden ser mandados a su casa con una aspirina. En su hospital, en cambio, los pacientes con esos síntomas quedan internados como si tuvieran un ACV importante.

Oficialmente, los miniataques se llaman “ataques isquémicos transitorios” o TIA, según siglas en inglés. La palabra “isquémico” significa que está bloqueado el flujo de oxígeno hacia el cerebro, generalmente por un coágulo de sangre y placa grasa en una arteria. La única diferencia entre un ACV o apoplegía y un miniataque es la severidad y persistencia de los síntomas: en la versión mini los síntomas se van solos en el término de una o dos horas. Pueden durar hasta 24 horas, pero en casos muy raros. A diferencia de un ataque cardíaco, los ACV suelen aparecer con síntomas discretos que son fáciles de ignorar. Pueden presentarse con dolor de cabeza, entumecimiento o debilidad en la cara, brazo o pierna, casi siempre en un solo lado del cuerpo. También puede aparecer una repentina pérdida del habla, pérdida parcial de la visión, o visión doble.

La American Stroke Association estima que hay hasta 500.000 casos de miniataques al año en Estados Unidos y 700.000 casos serios de ACV. Los tratamientos luego de un miniataque podrían incluir cirugía para desbloquear arterias, y medicación para reducir la tendencia de la sangre a coagular. Pero, dicen, es fundamental que los pacientes sean evaluados en forma inmediata porque la causa básica de un miniataque –como podría ser una arritmia cardíaca que produce coágulos– puede provocar un ataque más devastador, que destruya gran cantidad de tejido cerebral.

<p>Los ataques cerebro-vasculares (ACV o apopleg&iacute;a) son la primera causa de discapacidad en Estados Unidos y la n&uacute;mero tres de muertes. Muchos de esos ataques masivos son precedidos por miniataques, en los que los s&iacute;ntomas &ndash;aturdimiento y cambios en la visi&oacute;n&ndash; a menudo desaparecen en una hora o dos. Como los s&iacute;ntomas se van, la gente los ignora y algunos m&eacute;dicos tampoco los interpretan y los diagnostican como migra&ntilde;a, baja presi&oacute;n, ansiedad, convulsi&oacute;n o un ataque al coraz&oacute;n. En consecuencia, opina Mark J. Alberts, del Northwestern Memorial Hospital de Chicago, esos pacientes pueden ser mandados a su casa con una aspirina. En su hospital, en cambio, los pacientes con esos s&iacute;ntomas quedan internados como si tuvieran un ACV importante.</p>
<p>Oficialmente, los miniataques se llaman &quot;ataques isqu&eacute;micos transitorios&quot; o TIA, seg&uacute;n siglas en ingl&eacute;s. La palabra &quot;isqu&eacute;mico&quot; significa que est&aacute; bloqueado el flujo de ox&iacute;geno hacia el cerebro, generalmente por un co&aacute;gulo de sangre y placa grasa en una arteria. La &uacute;nica diferencia entre un ACV o apopleg&iacute;a y un miniataque es la severidad y persistencia de los s&iacute;ntomas: en la versi&oacute;n mini los s&iacute;ntomas se van solos en el t&eacute;rmino de una o dos horas. Pueden durar hasta 24 horas, pero en casos muy raros. A diferencia de un ataque card&iacute;aco, los ACV suelen aparecer con s&iacute;ntomas discretos que son f&aacute;ciles de ignorar. Pueden presentarse con dolor de cabeza, entumecimiento o debilidad en la cara, brazo o pierna, casi siempre en un solo lado del cuerpo. Tambi&eacute;n puede aparecer una repentina p&eacute;rdida del habla, p&eacute;rdida parcial de la visi&oacute;n, o visi&oacute;n doble.</p>
<p>La American Stroke Association estima que hay hasta 500.000 casos de miniataques al a&ntilde;o en Estados Unidos y 700.000 casos serios de ACV. Los tratamientos luego de un miniataque podr&iacute;an incluir cirug&iacute;a para desbloquear arterias, y medicaci&oacute;n para reducir la tendencia de la sangre a coagular. Pero, dicen, es fundamental que los pacientes sean evaluados en forma inmediata porque la causa b&aacute;sica de un miniataque &ndash;como podr&iacute;a ser una arritmia card&iacute;aca que produce co&aacute;gulos&ndash; puede provocar un ataque m&aacute;s devastador, que destruya gran cantidad de tejido cerebral.</p>

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