No todos los instructores de yoga han recibido la preparación suficiente en kinesiología o anatomía y fisiología para mantener segura a la gente. Veamos algunos de los riesgos y mitos que circulan sobre esta actividad.
El cuerpo produce su propio calor interno cuando hace ejercicio, aunque el ejercicio sea moderado. Y aquí viene el mito de liberar toxinas. Se dice que sudar es bueno porque expulsa toxinas del cuerpo humano. Esto es cierto, en parte. Gran parte de lo que sudamos es agua, pero hay otros químicos que componen el sudor entre los que se encuentra la sal, el potasio, el amoníaco y la urea. La verdadera eliminación de toxinas viene desde el riñón y el hígado y también del colon. Hacer 90 minutos de yoga caliente y sudar copiosamente no significa liberar toxinas. Significa que nos deshidratamos y perdemos peso solo por el agua. Quien quiera, de verdad, eliminar toxinas de su cuerpo debe conversar con el médico o comprar productos naturales que limpian hígado, riñón y colon.
Luego está el mito de la flexibilidad. No es lo mismo flexibilidad muscular que flexibilidad de articulaciones. Los ligamentos y tendones no reciben mucha sangre, especialmente los ligamentos porque están allí para estabilizar las articulaciones. Cuando uno está en un ambiente calefaccionado, el flujo sanguíneo aumenta n y nos hace sentir más flexibles de lo que en realidad estamos. Adoptar posturas intensas puede resultar más difícil si el salón no está caldeado se resisten, mientras que si está caliente no se siente esa resistencia y uno va más allá de la zona de seguridad. Los ligamentos se pueden estirar un poco, pero hasta cierto punto Cuanto más los estira uno en posiciones difíciles, más alto el riesgo de romper un ligamento o de estirarlo hasta un punto en que las articulaciones no son sostenidas.
Es importante comprender que cuando los ligamentos se estiran , luego quedan estirados y ya no sostienen adecuadamente la articulación, generando inestabilidad.
Todo el mundo supone que el yoga es ideal para rehabilitación pero hay que comprender que el yoga es simplemente otra forma más de hacer un ejercicio moderado y que también nos puede hacer daño. Hay muchos instructores excelente y muchos que no lo son tanto. Habría que asegurarse, antes de confiar a ciegas en sus indicaciones, que estamos entre los primeros.