Los millennials aman la ciudad y todo lo que ella tiene para ofrecer. Pero los precios en el centro son altos para la vivienda y para la oficina. Por eso es que muchos se ven obligados a alejarse del centro para poder acceder a la casa con que sueñan. Además, ya al tener el primer hijo piensan en ofrecerle un jardín para que juegue y el perro para que lo acompañe y cuide.
El mercado inmobiliario no tardó en advertir esta tendencia y está comenzando a ofrecer parques suburbanos de oficinas equipados con todo lo que pueda replicar la vida en la ciudad. Los predios suelen incluir gimnasios, spa y centros de belleza, carritos de comidas, canchas de volley, parrillas y anfiteatros para espectáculos.
El gran atractivo de instalar una oficina en los suburbios es el costo más económico en comparación con los costos de la ciudad.
Esto no significa que los suburbios vayan a reemplazar a las ciudades como centros de empleo. Los trabajos que tradicionalmente están asentados en la ciudad – las profesiones y los servicios que las rodean – están creciendo a mayor velocidad que los que se instalan fuera de la ciudad.
Lo que genera toda esta movida es que ahora los jóvenes están más dispuestos a vivir en los suburbios que en los 2000, cuando la idea no les resultaba atractiva. Pero hoy se les presenta como el lugar más adecuado para criar a los hijos, y si pueden evitar el viaje diario para ir a trabajar, tanto mejor..