La salud de nuestros huesos
El estudio de la osteoporosis y las fracturas que produce está plagado de aparentes contradicciones. En Japón y otros países de Asia, la gente vive más que en Occidente y prácticamente no consume productos ricos en calcio.
24 noviembre, 2009
<p>En Occidente, donde se insiste en el consumo de calcio para fortalecer los huesos, el porcentaje de fracturas por osteoporosis se encuentra entre los más altos del mundo. <br />
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Ahora surge una teoría alternativa que tal vez logre explicar esa contradicción. Proponen una dieta de bajo tenor ácido: una dieta alta en fruta y vegetales, baja en proteínas que generan ácidos y moderada en cereales. Quienes la proponen dicen que podría resultar en huesos más fuertes que los que genera una dieta rica en lácteos y proteína animal. <br />
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En realidad esta teoría sobre la conveniencia de mantener bajo el nivel de ácido fue propuesta en 1968 por dos médicos estadounidenses, pero desde entonces fue objeto de mucho debate entre los especialistas en huesos. <br />
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La ciencia que da sustento a esta teoría se explica en detalle en un libro titulado “<em>Building Bone Vitality</em>” que acaban de publicar Amy Joy Lanou, médica y profesora de la universidad de North Carolina, junto a Michael Castleman, escritor especializado en temas de salud.<br />
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Los huesos no son inmutables. Continuamente se descomponen para volver a recomponerse. Cuando el deterioro excede la reconstrucción, comienza su debilitamiento. Pero además, cumplen una importante función metabólica. Son el depósito donde se almacenan los compuestos de calcio que regulan el equilibrio ácido de la sangre. Cuando la sangre se vuelve demasiado ácida, los compuestos alcalinos – como el carbonato de calcio — son extraídos de los huesos para reducir la acidez. <br />
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Los investigadores dicen que las frutas y verduras son metabolizadas predominantemente en bicarbonato alcalino, mientras que las proteínaqs y granos de cereales, en ácidos. Cuando más proteína consuma la gente por encima de las necesidades reales del cuerpo, más ácida se puede volver la sangre y más compuestos alcalinos se necesitan para neutralizar ese ácido. <br />
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Como señalan los autores, “los alimentos animales, especialmente quesos y carnes, no contienen mucho material alcalino”, apenas lo suficiente para “neutralizar todos los ácidos que introducen en el torrente sanguíneo; el cuerpo debe recurrir a los huesos para extraer de allí los compuestos de calcio que le permitan restaurar el nivel óptimo del Ph sanguíneo”, que es una medida de la acidez. <br />
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Por otro lado, el material alcalino en frutas y vegetales, que son bajos en proteínas, puede contrarrestar esa acidez. Con excepción de los quesos duros, que producen ácidos, la mayoría de los productos lácteos – incluida la leche – son metabolizados en compuestos que son esencialmente neutrales”. <br />
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Una de las conclusiones a que arriban Lanou y Castleman es que en dos de cada tres de las pruebas que realizaron, los productos lácteos y los suplementos de calcio no impiden fracturas”. Y concluyen que la alta tasa de fracturas en países que consumen la mayor cantidad de productos lácteos resulta del hecho que “esos países occidentales también consumen la mayor cantidad de carne, pollo y pescado. <br />
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Esto no quiere decir que los ancianos, muchos de los cuales crónicamente consumen muy pocas proteínas, deberían evitar ese nutriente tan importante que ayuda a prevenir la fragilidad y las caídas que resultan en fracturas. Tampoco significa que la gente deba convertirse en vegetariana para mantener huesos fuertes. Pero sí sugiere reducir carnes y aumentar frutas y verduras.</p>
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