La obesidad se instaló y crece en Francia

Los niños franceses han comenzado a engordar y el país ha entrado en pánico. El 7 de enero fue declarado día nacional de la balanza para todos los niños del territorio nacional.

25 enero, 2006

Un ejército voluntario de pediatras salió a desparramarse por más de 80 ciudades para pesar, medir, interrogar y esclarecer mentes.
Los pueblos ubicados en el norte industrial y empobrecido registran el más alto nivel de sobrepeso infantil de todas las regiones. Allí, 51% de la población registra sobrepeso u obesidad, en comparación con el promedio nacional de 42%, según indican las cifras oficiales de 2003.

La tendencia es más marcada entre los niños. Mientras la obesidad adulta crece a razón de 6% anual, entre la niños la tasa nacional de crecimiento es de 17%. Si se mantiene ese crecimiento, para 2020 los franceses podrían ser tan gordos como la población de Estados Unidos. Y eso los aterra.

Hace algunos años, la obesidad era en Francia sólo un tema relegado a los programas de charlas radiales matutinas o a las revistas femeninas. Ahora el tema ha cobrado dimensión política. En septiembre del año pasado, el gobierno aprobó una ley que prohíbe la instalación de máquinas expendedoras de snacks y gaseosas en todas las escuelas estatales. La ley también prohíbe publicidad engañosa sobre alimentos y bebidas y aplica un impuesto de 1,5% a los presupuestos publicitarios de empresas alimentarias que no fomenten una dieta saludable. A las escuelas se les exige que dan media hora de ejercicios físicos por día.

Pero la reacción de la industria alimentaria y la falta de voluntad política hizo imposible la imposición de los cambios deseados en la publicidad. Además, el parlamento rechazó una legislación más drástica que reclamaba la inclusión de advertencias en los paquetes de alimentos poco saludables, parecidas a las que se ponen en bebidas alcohólicas y cigarrillos. La ley incluía también la propuesta de obligar a los restaurantes a mostrar información nutricional y calórica en sus menús. Con su cobertura sanitaria universal, al gobierno le interesa, además, recortar los costos médicos asociados con la obesidad y la diabetes.

Entre las razones que explican el crecimiento de la obesidad está el tremendo atractivo de la fast food y los alimentos preparados, la popularidad de los snacks y el incremento de la vida sedentaria.

McDonald´s es más rentable en Francia que en cualquier otro país de Europa. Las ventas aumentaron 42% en los últimos cinco años. Aproximadamente 1,2 millones de franceses, o 2% de la población, comen allí todos los días.

También se ha abandonado el clásico ritual familiar a la hora de las comidas, tan disciplinado y respetado que convertía en pecado capital el abrir la heladera entre comidas. Findus, la gigantesca cadena muy conocida por sus filets de pescado empanados y congeladosd, filmó durante algún tiempo a muchos franceses comiendo y los resultados fueron sorprendentes. Acabaron con el mito aquel según el cual los franceses pasan horas sentados a la mesa saboreando pequeñas porciones de varios platos de comida. Las filmaciones los mostraban comiendo frente al televisor, hablando por teléfono o en solitario. De hecho, la comida que hace 25 años duraba 88 minutos, hoy transcurre en apenas 38 minutos.

El cambio también se revela en el creciente respeto por la mujer con un poco más de kilos. En su último desfile de modas en el mes de octubre, John Galliano asombró al público poniendo mujeres gordas en la pasarela codo a codo con las tradicionales sílfides.

Un ejército voluntario de pediatras salió a desparramarse por más de 80 ciudades para pesar, medir, interrogar y esclarecer mentes.
Los pueblos ubicados en el norte industrial y empobrecido registran el más alto nivel de sobrepeso infantil de todas las regiones. Allí, 51% de la población registra sobrepeso u obesidad, en comparación con el promedio nacional de 42%, según indican las cifras oficiales de 2003.

La tendencia es más marcada entre los niños. Mientras la obesidad adulta crece a razón de 6% anual, entre la niños la tasa nacional de crecimiento es de 17%. Si se mantiene ese crecimiento, para 2020 los franceses podrían ser tan gordos como la población de Estados Unidos. Y eso los aterra.

Hace algunos años, la obesidad era en Francia sólo un tema relegado a los programas de charlas radiales matutinas o a las revistas femeninas. Ahora el tema ha cobrado dimensión política. En septiembre del año pasado, el gobierno aprobó una ley que prohíbe la instalación de máquinas expendedoras de snacks y gaseosas en todas las escuelas estatales. La ley también prohíbe publicidad engañosa sobre alimentos y bebidas y aplica un impuesto de 1,5% a los presupuestos publicitarios de empresas alimentarias que no fomenten una dieta saludable. A las escuelas se les exige que dan media hora de ejercicios físicos por día.

Pero la reacción de la industria alimentaria y la falta de voluntad política hizo imposible la imposición de los cambios deseados en la publicidad. Además, el parlamento rechazó una legislación más drástica que reclamaba la inclusión de advertencias en los paquetes de alimentos poco saludables, parecidas a las que se ponen en bebidas alcohólicas y cigarrillos. La ley incluía también la propuesta de obligar a los restaurantes a mostrar información nutricional y calórica en sus menús. Con su cobertura sanitaria universal, al gobierno le interesa, además, recortar los costos médicos asociados con la obesidad y la diabetes.

Entre las razones que explican el crecimiento de la obesidad está el tremendo atractivo de la fast food y los alimentos preparados, la popularidad de los snacks y el incremento de la vida sedentaria.

McDonald´s es más rentable en Francia que en cualquier otro país de Europa. Las ventas aumentaron 42% en los últimos cinco años. Aproximadamente 1,2 millones de franceses, o 2% de la población, comen allí todos los días.

También se ha abandonado el clásico ritual familiar a la hora de las comidas, tan disciplinado y respetado que convertía en pecado capital el abrir la heladera entre comidas. Findus, la gigantesca cadena muy conocida por sus filets de pescado empanados y congeladosd, filmó durante algún tiempo a muchos franceses comiendo y los resultados fueron sorprendentes. Acabaron con el mito aquel según el cual los franceses pasan horas sentados a la mesa saboreando pequeñas porciones de varios platos de comida. Las filmaciones los mostraban comiendo frente al televisor, hablando por teléfono o en solitario. De hecho, la comida que hace 25 años duraba 88 minutos, hoy transcurre en apenas 38 minutos.

El cambio también se revela en el creciente respeto por la mujer con un poco más de kilos. En su último desfile de modas en el mes de octubre, John Galliano asombró al público poniendo mujeres gordas en la pasarela codo a codo con las tradicionales sílfides.

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