La Menesunda: recorrido por un emblema de Minujín

Luces de neón, performance con actores en vivo, actividades interactivas, texturas extrañas, pisos movedizos, paredes que se angostan, mecanismos que se activan. En La Menesunda (“mezcla”, “confusión” en lunfardo) todo es imprevisible: las once escenas que la componen resultan una provocación a no permanecer pasivo. Montada por primera vez en el Centro de Artes Visuales del Instito Torcuato Di Tella en mayo de 1965, fue realizada por Marta Minujín y Rubén Santantonín, con la colaboración de los artistas Pablo Suárez, David Lamelas, Rodolfo Prayón, Floreal Amor y Leopoldo Maler. “La Menesunda fue un hecho histórico. Miles de personas fueron en aquel momento, revolucionó todo Buenos Aires. Era un recorrido a través de situaciones que buscaban sorprender y sensibilizar al espectador para ser participante”, recuerda Minujín sobre la obra que se convirtió en uno de los emblemas de su carrera y un punto histórico para las artes visuales argentinas. La estructura laberíntica ocupa 400 metros cuadrados en el primer piso del MAMBA: espacios cúbicos, poliédricos, triangulares y circulares, recubiertos por diferentes materiales, generan estímulos multisensoriales en el visitante. Cada parada en el camino invita a tocar, apretar, conversar, observar, oler: es imposible seguir de largo sin largarse a jugar. “La Menesunda era, decididamente, una provocación; su objetivo, sacar a la gente del estupor de la vida cotidiana y obligarla a enfrentarse a esa cotidianeidad representada por objetos en extremo familiares, para abrir nuevas lecturas”, dice el texto curatorial. Esta recostrucción histórica, realizada a partir de testimonios, fotos, notas de prensa y documentos (no existen planos), resulta una manera de viajar al pasado, a aquellos años 60s de nombres y obras disruptivas para el arte argentino. Pero al recorrerla adquiere nuevos significados y encuentra referencias en la actualidad. Inaugurada en octubre del año pasado, Minujín decidió donar la obra al Museo que la exhibe, por lo que este año volvió a abrirse para ser visitada hasta el 22 de mayo.