Era el año 1995 y la Ciudad de Buenos Aires continuaba brillando con su característico esplendor. Convenientemente ubicado cerca de grandes íconos culturales como museos, teatros, cafés típicamente argentinos y famosos barrios como San Telmo y Puerto Madero, el Hotel Intercontinental Buenos Aires abrió sus puertas en la calle Moreno del barrio de Monserrat.
Ese momento no solo fue un punto de inflexión para viajeros y turistas ávidos de descubrir “el real significado de la hotelería de lujo”, sino también la oportunidad para muchos jóvenes, profesionales y aventureros de formar parte del equipo del hotel.
Intercontinental Buenos Aires representa el clásico estilo de esta ciudad histórica, el cual permite descubrir una auténtica experiencia argentina. “Desde el primer momento sorprende con una decoración que combina nobles materiales, confortables ambientes y amplios espacios, en donde se destaca un piano de cola como centro de la escena”, comentan desde la compañía.
Sus más de 300 elegantes habitaciones, dos suites presidenciales y ocho suites de lujo, bañadas en luz natural con amplias camas, detalles y sábanas de 350 hilos de algodón egipcio dan el toque final.
La gastronomía tiene su lugar de la mano del chef ejecutivo Pablo Tarrio y su equipo, con una versatilidad que se ve reflejada en todas sus creaciones. El Restaurante Mediterráneo ofrece cocina regional e internacional. La Terraza del Virrey es un auténtico jardín de invierno que ofrece seleccionados cortes de carnes argentinas a la parrilla. Para un ambiente más relajado, Flora es un moderno bar al aire libre con lo mejor de la cocina local. Y en el Café de las Luces puede uno encontrarse con una típica cafetería de los años veinte.
En sus 15 salones se destaca el Gran Salón Montserrat, con capacidad para 800 personas, que proporciona el marco ideal para la celebración de eventos sociales y corporativos. El hotel cuenta también con una piscina cubierta y climatizada, estacionamiento, fitness center, y hasta la posibilidad de alojamiento con mascotas bajo su programa Pet Friendly.
En todos estos años recorridos, el hotel ha recibido diferentes menciones y premios que marcaron hitos en la hotelería argentina. Uno de ellos fue en el año 2000, cuando el hotel ganó el Premio Nacional a la Calidad, siendo uno de los primeros en su rubro. En varias oportunidades fue también premiado por la compañía IHG Hotels & Resorts por “su excelente calidad de servicio y sus destacados resultados”.
A su vez, el hotel ha sido pionero en la región en cuanto a programas de sustentabilidad. De hecho, fue el primer hotel de Argentina certificado con nivel oro en el programa Hoteles Más Verdes en el año 2016 y revalidado en los años siguientes. Esta validación es el nivel más alto de la Certificación de Gestión Sustentable de Hoteles Más Verdes, gracias a un sistema de gestión y mejora continua que busca la conservación y mejora del patrimonio cultural y natural del destino.
