Investigadores de las universidades de Cambridge y Harvard hallaron que el gen llamado Olig 1 puede estimular la regeneración de mielina, el tejido que protege los nervios y acelera la transmisión de impulsos a lo largo de las células nerviosas.
Se espera que esta investigación pueda convertirse en un paso decisivo en el desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades neurológicas; por ejemplo, la esclerosis múltiple (EM). Ésta es una enfermedad del sistema nervioso central que afecta el cerebro y la médula espinal, y se manifiesta con un deterioro progresivo que comienza con fatiga, temblores y trastornos de la memoria y termina con dificultades para caminar y parálisis muscular.
Los científicos analizaron la localización del Olig 1 en muestras tomadas de pacientes con esclerosis múltiple y en roedores. En las áreas sanas del cerebro el gen parecía inactivo, mientras que en las dañadas se mostraba completamente activo.
Robin Franklin, médico miembro del equipo investigador, cree que el descubrimiento sugiere que la función del gen ha sido moldeada por la evolución para reparar el cerebro en zonas donde la capa de mielina ha sido reducida por la enfermedad.
Para desalentar esperanzas inmediatas, Charles Stiles, médico del Instituto Dana-Farber de Harvard, aclaró: “Aunque este descubrimiento no producirá resultados directos en términos de hallar un tratamiento, confiamos en que permitirá una nueva comprensión y abrirá líneas de investigación sobre la temible EM”.
Al comentar el hallazgo, el presidente de la Sociedad de Esclerosis Múltiple del Reino Unido, Mike O´Donovan, dijo que cada vez hay mayor optimismo con respecto a la posibilidad de encontrar un camino para reparar el daño causado por la esclerosis múltiple.
Investigadores de las universidades de Cambridge y Harvard hallaron que el gen llamado Olig 1 puede estimular la regeneración de mielina, el tejido que protege los nervios y acelera la transmisión de impulsos a lo largo de las células nerviosas.
Se espera que esta investigación pueda convertirse en un paso decisivo en el desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades neurológicas; por ejemplo, la esclerosis múltiple (EM). Ésta es una enfermedad del sistema nervioso central que afecta el cerebro y la médula espinal, y se manifiesta con un deterioro progresivo que comienza con fatiga, temblores y trastornos de la memoria y termina con dificultades para caminar y parálisis muscular.
Los científicos analizaron la localización del Olig 1 en muestras tomadas de pacientes con esclerosis múltiple y en roedores. En las áreas sanas del cerebro el gen parecía inactivo, mientras que en las dañadas se mostraba completamente activo.
Robin Franklin, médico miembro del equipo investigador, cree que el descubrimiento sugiere que la función del gen ha sido moldeada por la evolución para reparar el cerebro en zonas donde la capa de mielina ha sido reducida por la enfermedad.
Para desalentar esperanzas inmediatas, Charles Stiles, médico del Instituto Dana-Farber de Harvard, aclaró: “Aunque este descubrimiento no producirá resultados directos en términos de hallar un tratamiento, confiamos en que permitirá una nueva comprensión y abrirá líneas de investigación sobre la temible EM”.
Al comentar el hallazgo, el presidente de la Sociedad de Esclerosis Múltiple del Reino Unido, Mike O´Donovan, dijo que cada vez hay mayor optimismo con respecto a la posibilidad de encontrar un camino para reparar el daño causado por la esclerosis múltiple.