viernes, 27 de diciembre de 2024

Gran Bretaña no quiere solventar terapias de tipo terminal

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Cuando el tumor renal de Bruce Hardy hizo metástasis en los pulmones, el medio le recetó una novedad de Pfizer, muy cara. Pero las autoridades británicas se negaron a pagarla, debido a dudas por la sobrevida del paciente.

Si Hardy viviese en Estados Unidos, la Eurozona o Latinoamérica, habría obtenido el medicamento, a veces pagando parte del costo. Ensayos clínicos indicaban que el específico (Sutent) frena ese tipo de cáncer durante seis meses. Precio: US$ 54.000.
<p><br />
En Gran Breta&ntilde;a, no vale la pena prolongar la vida del paciente a ese costo. Lo prescribe el instituto nacional de salud y calidad cl&iacute;nica. Su sigla inglesa parece una burla: NICE (simp&aacute;tico, agradable). Salvo excepciones, la entidad estima que medio a&ntilde;o de sobrevida humana vale apenas US$ 22.700. </p>
<p>Tras una ola de protestas p&uacute;blicas y cr&iacute;ticas en los medios, se orden&oacute; reconsiderar el asunto en lo tocante a tratamientos anticancer&iacute;genos y similares. Pero la actitud &ldquo;pionera&rdquo; de Londres en la materia empieza a suscitar adhesiones en el exterior. El desmedido aumento de farmoqu&iacute;micos y tratamientos hacen que otros pa&iacute;ses se pregunten cu&aacute;nto vale una vida o lo que queda de ella. Para varios, NICE es la respuesta correcta. </p>
<p>Por de pronto, Austria, Brasil, Colombia o Tailandia admiten que ese modelo los influye. &ldquo;Pa&iacute;ses de ingreso medios en Europa oriental, Latinoam&eacute;rica, Levante y Asia sudoriental conocen la experiencia NICE y contemplan emularla toda o en parte&rdquo;. As&iacute; se&ntilde;ala Andreas Setter, experto m&eacute;dico del Banco Mundial, ente favorable a soluciones de mercado. </p>
<p>Aun en Estados Unidos, el alza de costos inspir&oacute; la idea de crear un instituto capaz de comparar efectividad y costos de nuevos medicamentos y terapias. Pero no se llega a la relaci&oacute;n precio-gravedad del enfermo. A&gt;l presente ritmo de crecimiento, en EE.UU. los gastos m&eacute;dicos se elevar&aacute;n del 16% (2006) a 25% del PBI hacia 2025. </p>
<p>Partidarios de esta peculiar eutanasia, como los m&eacute;dicos Mark McClelan y Sean Tunis, ex funcionarios sectoriales bajo a George W. Bush, no pudieron imponer un programa tipo NICE. Suceded que la mera idea de que los precios limiten los tratamientos terminales es revulsiva. No obstante, si no se imponen restricciones a la codicia de la industria, esquemas como el brit&aacute;nico resultar&aacute;n inevitables. </p>
<p>La creaci&oacute;n de NICE, hace diez a&ntilde;os, deriva no de tratamiento terminales sino de lo contrario: la aparici&oacute;n del sildenafil (Viagra, 1998), un invento de Pfizer no precisamente de primera necesidad. La farmoqu&iacute;mica entabl&oacute; juicio al estado brit&aacute;nico y &eacute;ste fund&oacute; NICE para ejercer controles formales antes, no despu&eacute;s de cada caso. El servicio nacional de salud (medicare) provee 95% de esas necesidades y solventa terapias costosas&hellip; hasta cierto punto. </p>

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