Situado en medio de los elegantes comercios de King’s Road, El Chelsea Court se parece más a un club privado que a un hogar de ancianos. Tiene 15 suites de lujo para pacientes con demencia senil.
Si bien en Inglaterra ya hay muchas de estas residencias que ofrecen servicios estilo hotel de cinco estrellas, con habitaciones en suite y amplios salones para el entretenimiento, todos empalidecen ante el nivel de personalización que ha logrado el Chelsea.
Tiene sesiones de capacitación para mejorar y reforzar la memoria, programas de fisioterapia y salidas de acuerdo con las preferencias de los residentes: a la ópera, a un museo, a una exhibición de pintura, etc.
El comedor ofrece menú de chefs famosos no solo para los residentes sino también para sus familiares o visitantes.
El éxito de este lugar, que abrió en diciembre del año pasado, se debe a que hay una enorme demanda por mejor atención de parte de los baby boomers que alcanzan la edad de la vejez. El dueño del lugar, Julian Evans, sostiene que hay gran demanda para lugares de este tipo porque se ha operado un cambio fundamental en la sociedad. Antes los geriátricos eran considerados como recurso de última instancia. Hoy son una posibilidad, para quienes pueden pagar, de elegir una vida cómoda, relajada y a la vez con asistencia terapéutica permanente.
