Veinte años de carrera le valieron una residencia de seis millones en Chelsea, una villa al oeste de Londres y una residencia de invierno en España, donde se había criado su esposa. Era una pareja tan exitista como ambiciosa. <br />
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En junio, Olivant había tomado 2,5% en Union des Banques Suisses por unos US$ 1.900 millones. Varios observadores de la City vinculan el suicidio con el fenomenal error: semanas después, los problemas de la entidad empezaron a surgir en Estados Unidos y otros flancos. <br />
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En particular, el negocio de derivados le hizo perder a UBS el 20% de capitalización bursátil. Ahora, los tremendistas recuerdan que el crac de 1929 arrancó con el suicidio de un operador que había perdido cuatro millones, entonces una suma enorme. En esa época, en vez de derivativos estallaban fraudes basados en el esquema de Carlo Ponzi.
Finalmente un suicidio, pero no en Nueva York sino en Londres
Kirk Stephenson tenía 47 años, dirigía el fondo inversor Olivant Advisers, ganaba no menos de US$ 750.000 anuales y estaba casado con Karina Robinson, columnista bursátil en varios medios. Se tiró bajo un tren el jueves.