La alta tecnología es un negocio que a diario nos sorprende con productos
nuevos, cada vez más sofisticados, más poderosos, más pequeños
y casi siempre más portátiles. Y sin embargo, las grandes casas
de diseño de accesorios – Louis Vuitton, Gucci, Prada, entre otras – apenas
si comienzan a advertir el fenomenal negocio que tienen ante sí. Todos
los aparatos electrónicos — teléfonos, laptops, agendas,
reproductores de MP3, etc. etc. – vienen de fábrica con su funda protectora.
Pero una funda de plástico y casi siempre negra parece poco para una Power
Book que cuesta sus buenos US$ 4.000
Tomas Maier, director de diseño de la lujosa marca de artículos
de cuero Bottega Veneta, cuenta que se inspiró en el diseño de
un estuche para laptop después de un encuentro con una amiga en un café
de París. “Traía su laptop envuelta en un sobre plástico
con burbujas”, dice Maier, con aire de incredulidad. “No había
podido encontrar un estuche que fuera a la vez chic y protector”.
Entonces, él diseñó uno con tres presentaciones: cuero
de vaca, cuero grabado con la firma Bottega Veneta, y cuero de cocodrilo. Todos
forman ahora parte de la colección permanente de la firma, y cada año
le agregan colores nuevos.
Electrónica con artesanía
Fue también la necesidad la que impulsó el crecimiento de la
colección de accesorios en la Casa Dior. Pero en este caso fue la necesidad
de Hedi Slimane, su director creativo. “Me enloquecen los aparatitos”,
confiesa con aire de coleccionista. “Son absolutamente esenciales en mi
vida”. Por eso pensó también en la necesidad de que estuches,
maletines y valijas exhiban el mismo cuidado por el detalle y respeto por el
diseño que los artículos que guardan. “Cuando comenzaron
a hacer “i-Pods” (reproductor de MP3 de Apple Macintosh) no
había estuches disponibles”, dice Slimane. “Entonces me diseñé
uno para mí”.
Lo que comenzó como un hobby personal terminó a la venta en todas
sus tiendas. Y lo mismo ocurrió con las valijas para su Powerbook,
que vienen para todos los tamaños de computadora.
“Para el hombre, los accesorios están inextricablemente ligados
a la tecnología”, dice. “Casi todo lo que el hombre lleva consigo
es para proteger los equipos móviles que necesita para su trabajo o su
placer”. Y ésa es la piedra fundamental sobre la que armó
su extensa colección de accesorios. Según él, los hombres
se muestran más dispuestos a comprar accesorios cuando los ven relacionados
a la tecnología. Eso les da un justificativo para su compra. Sobre esa
idea concibió la línea de joyas pensadas para colgar de los cables
de los auriculares de una i-Pod. Nadie piensa que son una “mariconada”
porque están asociadas a lo tecnológico.
Sinergia con las grandes marcas
En Mulberry, la marca inglesa de equipaje y accesorios de lujo, la tecnología
también es central en la colección masculina. Allí su CEO,
Godfrey Davis, eligió como argumento exclusivo de venta la yuxtaposición
de tecnología de punta con artesanía tradicional.
“Si bien parecería que combinar lujosos artículos de cuero
inglés con la última tecnología puede sonar extraño,
trabajar con marcas como Sony, Microsoft, Palm y Compaq asegura una posición
privilegiada cuando se trata de estuches para los últimos juguetes electrónicos”,
dice Davis.
Mulberry ofrece, por ejemplo, cubiertas en cuero blanco para la nueva Gameboy
Advance, una funda en cuero Darwin para la cámara digital Casio Exilim
súper chata y también cuero blanco para trasladar cómodamente
la TV extrachata Sharp Lycos.
En una línea más tradicional, la casa ofrece una funda para cada
modelo de radio portátil Roberts, la emblemática marca inglesa.
Pero en general llama la atención que a pesar de la gran demanda de
estuches y valijas para artefactos electrónicos, grandes firmas como
Gucci o Prada no hayan sacado todavía ni una valija elegante para llevar
la laptop. La única marca de lujo que sí tiene una colección
relativamente amplia para este tipo de necesidad es Luis Vuitton. Menos rara
que la de Dior Homme o Mulberry pero igualmente deseable, su colección
incluye fundas para laptop y cámaras en cuero firmado, una funda para
la última versión de palm pilot y otra para teléfono celular.
Ritmos diferentes
La tecnología corre a toda velocidad y genera productos nuevos y caros
semana a semana. Los diseñadores de accesorios de lujo por el contrario,
piensan en términos de décadas y hasta siglos. Porque parte de
su valor está en que no cambia con el paso del tiempo. Los productos
se mantienen inalterables año tras año. Una cartera que compró
toda una generación sigue vendiendo en la siguiente.
Pero como de todas formas esas empresas basadas en la tradición obedecen
a las generales de la ley y no es conveniente que pasen por alto la oportunidad
de aprovechar una nueva línea de negocios, deberían aprender a
moverse al ritmo de las tecnológicas. La necesidad existe. Si no la cubren
las grandes marcas alguien aparecerá para cubrirla.
La alta tecnología es un negocio que a diario nos sorprende con productos
nuevos, cada vez más sofisticados, más poderosos, más pequeños
y casi siempre más portátiles. Y sin embargo, las grandes casas
de diseño de accesorios – Louis Vuitton, Gucci, Prada, entre otras – apenas
si comienzan a advertir el fenomenal negocio que tienen ante sí. Todos
los aparatos electrónicos — teléfonos, laptops, agendas,
reproductores de MP3, etc. etc. – vienen de fábrica con su funda protectora.
Pero una funda de plástico y casi siempre negra parece poco para una Power
Book que cuesta sus buenos US$ 4.000
Tomas Maier, director de diseño de la lujosa marca de artículos
de cuero Bottega Veneta, cuenta que se inspiró en el diseño de
un estuche para laptop después de un encuentro con una amiga en un café
de París. “Traía su laptop envuelta en un sobre plástico
con burbujas”, dice Maier, con aire de incredulidad. “No había
podido encontrar un estuche que fuera a la vez chic y protector”.
Entonces, él diseñó uno con tres presentaciones: cuero
de vaca, cuero grabado con la firma Bottega Veneta, y cuero de cocodrilo. Todos
forman ahora parte de la colección permanente de la firma, y cada año
le agregan colores nuevos.
Electrónica con artesanía
Fue también la necesidad la que impulsó el crecimiento de la
colección de accesorios en la Casa Dior. Pero en este caso fue la necesidad
de Hedi Slimane, su director creativo. “Me enloquecen los aparatitos”,
confiesa con aire de coleccionista. “Son absolutamente esenciales en mi
vida”. Por eso pensó también en la necesidad de que estuches,
maletines y valijas exhiban el mismo cuidado por el detalle y respeto por el
diseño que los artículos que guardan. “Cuando comenzaron
a hacer “i-Pods” (reproductor de MP3 de Apple Macintosh) no
había estuches disponibles”, dice Slimane. “Entonces me diseñé
uno para mí”.
Lo que comenzó como un hobby personal terminó a la venta en todas
sus tiendas. Y lo mismo ocurrió con las valijas para su Powerbook,
que vienen para todos los tamaños de computadora.
“Para el hombre, los accesorios están inextricablemente ligados
a la tecnología”, dice. “Casi todo lo que el hombre lleva consigo
es para proteger los equipos móviles que necesita para su trabajo o su
placer”. Y ésa es la piedra fundamental sobre la que armó
su extensa colección de accesorios. Según él, los hombres
se muestran más dispuestos a comprar accesorios cuando los ven relacionados
a la tecnología. Eso les da un justificativo para su compra. Sobre esa
idea concibió la línea de joyas pensadas para colgar de los cables
de los auriculares de una i-Pod. Nadie piensa que son una “mariconada”
porque están asociadas a lo tecnológico.
Sinergia con las grandes marcas
En Mulberry, la marca inglesa de equipaje y accesorios de lujo, la tecnología
también es central en la colección masculina. Allí su CEO,
Godfrey Davis, eligió como argumento exclusivo de venta la yuxtaposición
de tecnología de punta con artesanía tradicional.
“Si bien parecería que combinar lujosos artículos de cuero
inglés con la última tecnología puede sonar extraño,
trabajar con marcas como Sony, Microsoft, Palm y Compaq asegura una posición
privilegiada cuando se trata de estuches para los últimos juguetes electrónicos”,
dice Davis.
Mulberry ofrece, por ejemplo, cubiertas en cuero blanco para la nueva Gameboy
Advance, una funda en cuero Darwin para la cámara digital Casio Exilim
súper chata y también cuero blanco para trasladar cómodamente
la TV extrachata Sharp Lycos.
En una línea más tradicional, la casa ofrece una funda para cada
modelo de radio portátil Roberts, la emblemática marca inglesa.
Pero en general llama la atención que a pesar de la gran demanda de
estuches y valijas para artefactos electrónicos, grandes firmas como
Gucci o Prada no hayan sacado todavía ni una valija elegante para llevar
la laptop. La única marca de lujo que sí tiene una colección
relativamente amplia para este tipo de necesidad es Luis Vuitton. Menos rara
que la de Dior Homme o Mulberry pero igualmente deseable, su colección
incluye fundas para laptop y cámaras en cuero firmado, una funda para
la última versión de palm pilot y otra para teléfono celular.
Ritmos diferentes
La tecnología corre a toda velocidad y genera productos nuevos y caros
semana a semana. Los diseñadores de accesorios de lujo por el contrario,
piensan en términos de décadas y hasta siglos. Porque parte de
su valor está en que no cambia con el paso del tiempo. Los productos
se mantienen inalterables año tras año. Una cartera que compró
toda una generación sigue vendiendo en la siguiente.
Pero como de todas formas esas empresas basadas en la tradición obedecen
a las generales de la ley y no es conveniente que pasen por alto la oportunidad
de aprovechar una nueva línea de negocios, deberían aprender a
moverse al ritmo de las tecnológicas. La necesidad existe. Si no la cubren
las grandes marcas alguien aparecerá para cubrirla.
