A 11.000 metros de altura, el aire es seco y el paladar pierde sensibilidad, pero ciertos vinos hacen frente a estos retos. La tarea del sommelier de Emirates es elegir los vinos teniendo en cuenta no sólo cuáles son los más adecuados para los menús del chef, sino también los que mejor resistan los rigores del vuelo. Los criterios de selección tienen en cuenta tanto su calidad y el maridaje con los menús a bordo, pero un curioso dato, el de cómo reaccionan los vinos a 11.000 mts. de altitud, también es tenido en cuenta.
Persistiendo en su vocación de excelencia, Emirates tiene previsto invertir más de US$ 500 millones a largo plazo en su programa de vinos, un componente fundamental de su experiencia gastronómica a bordo y cuya selección y planificación se realiza –al igual que todos los aspectos de sus servicios– con un cuidado meticuloso.
Una experiencia en vez de un producto
Un equipo propio de expertos de Emirates ha establecido una relación directa con algunos de los más prestigiosos “chateaux” y bodegas a nivel mundial para seleccionar cuidadosamente la oferta de vinos servidos a bordo.
“Para nosotros, el vino es una experiencia. Nuestros clientes quieren disfrutar de los vinos a bordo tal como lo harían en un selecto restaurante. No solo se limitan a elegir entre tinto, blanco o rosado. Quieren saber de dónde procede la uva, la añada, la tradición de la bodega, etc.. Por este motivo, hace más de una década decidimos dar un paso más allá del proceso de adquisición corporativo habitual y tomar las riendas de nuestro propio destino”, explicó Tim Clark, Presidente de Emirates Airline.
“Podríamos haber tomado el camino fácil y simplemente calcular cuántas botellas necesitamos al año por cabina para posteriormente sacarlo a concurso. Pero, teniendo en cuenta la proporción de nuestrasoperaciones, esta opción limitaría nuestras posibilidades de elección, ya que no son muchos los productores que pueden ofrecer las cantidades necesarias con los estándares de calidad que deseamos. Por este motivo, preferimos adquirir los mejores vinos en lotes más pequeños y así poder ofrecer a nuestros clientes más oportunidades para probar los mejores vinos, aunque ello requiera mucho más trabajo en términos de operaciones logísticas, desde la carga de las botellas, pasando por la actualización de los menús, hasta un entrenamiento específico para nuestros tripulantes de cabina”, agregó.