lunes, 23 de diciembre de 2024

El tiempo es crítico en ataques cerebrovasculares

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El ACV es la primera causa de discapacidad de origen neurológico y la cuarta causa de muerte en Argentina.

 En un ataque cerebrovascular la atención inmediata es vital, por cada minuto sin flujo de sangre al cerebro mueren cerca de dos millones de neuronas.

Siemens Healthineers firmó una alianza con la World Stroke Organization para certificar al menos cien hospitales de Latinoamérica.

El tiempo juega un papel fundamental al momento de tratar un Ataque Cerebrovascular (ACV). Por cada minuto sin aporte de sangre en el cerebro mueren cerca de dos millones de neuronas, que comandan una función cerebral que se pierde temporal o permanentemente, es por eso que cada minuto cuenta, pues la atención oportuna dentro de las primeras cuatro horas es crucial para reducir las secuelas o el riesgo de muerte.

El ACV es un padecimiento causado por una falla en la circulación sanguínea en el cerebro, lo que impide la circulación de oxígeno y nutrientes, y puede afectar a hombres y mujeres de diferentes edades.

El ataque puede ser isquémico, el tipo más común, alcanzando entre el 80 y 85% de los casos, o hemorrágico cuando hay una ruptura o sangrado de un vaso sanguíneo en el cerebro. En Argentina, se estima una incidencia anual de un primer evento isquémico de 79 por cada 100.000 habitantes y una prevalencia del 2% en la población mayor a 40 años.

“Un accidente cerebrovascular es una emergencia y por lo tanto necesita ayuda médica extremadamente rápida ya que el tiempo de respuesta va a delimitar la gravedad de las secuelas o incluso salvar la vida del paciente. El tiempo, los recursos y protocolos para atender esta emergencia, son clave durante todo el proceso del paciente, desde los síntomas hasta el tratamiento y seguimiento” comentó Sergio Domínguez, Manager de Atención Cardiovascular y Radiología Intervencionista para América Latina de Siemens Healthineers.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el ACV es la segunda causa de muerte en la mayoría de los países de Latinoamérica, con una tasa regional de 41 fallecimientos por cada cien mil habitantes en comparación a 21,9 en Estados Unidos y Canadá. En Argentina, el ACV constituye la primera causa de discapacidad de origen neurológico y la cuarta causa de muerte.

Signos de Alerta

Es de suma importancia conocer los signos de alarma, como parálisis en cara, brazo o pierna, debilidad repentina, dificultad para hablar, visión borrosa por algunos minutos, mareos o aparición súbita de intenso dolor de cabeza sin razón aparente. La rápida identificación y acción ante la emergencia aumenta la tasa de supervivencia y disminuye las secuelas.

Algunas de las secuelas ocasionadas por un ACV, van desde la parálisis en un lado del cuerpo (hemiplejia), control motor débil (hemiparesia), problemas de equilibrio, músculos tensos y contracturas, dificultad al tragar (disfagia), problemas visuales, entre otros.

Cerca del 90% de los casos de ACV son prevenibles, ya que los principales factores de riesgo pueden ser controlados y tratados. Factores como presión alta, problemas cardíacos y colesterol elevado aumentan las probabilidades, mientras que la diabetes y el tabaquismo pueden aumentar de dos a cuatro veces el riesgo de desarrollar un ACV.

Al ser un padecimiento prevenible en su gran mayoría, es fundamental la implementación de estrategias eficientes enfocadas tanto a la prevención como en la atención de los pacientes con ACV. Es por ello que Siemens Healthineers firmó recientemente una alianza con la World Stroke Organization (WSO) y la Sociedad Iberoamericana de Enfermedad Cerebrovascular (SIECV), para la certificación de al menos 100 hospitales en 11 países de Latinoamérica.

La compañía, que cuenta con un portafolio completo de soluciones avanzadas enfocadas en reducir el tiempo de respuesta de atención al paciente y acompañarlo durante todo el ciclo de cuidado, ofrecerá materiales educativos y capacitación para los profesionales de salud acerca de las últimas tecnologías y procedimientos en el manejo de la enfermedad, así como apoyar en la creación de protocolos de atención.

El objetivo de esta iniciativa es incrementar la calidad y seguridad del tratamiento de ACV en Latinoamérica y mejorar los resultados para los pacientes que padecen la enfermedad. “La certificación de los centros de ACV es crucial para garantizar que los hospitales implementen y monitoreen todas las estrategias prioritarias que modifican la historia natural de la enfermedad para reducir la mortalidad e incapacidad. Es una gran oportunidad para la mejora continua de los servicios y cualificación de la asistencia integral en la región”, afirmó la doctora. Sheila Martins, presidenta electa de la WSO.

 

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