Cada 11 de noviembre, Corea del Sur celebra el Pepero Day, una fecha en la que se regalan bastones de galleta cubiertos de chocolate como muestra de afecto entre amigos, parejas y colegas. La tradición, iniciada entre estudiantes en los años noventa y luego oficializada por Lotte Confectionery, se transformó en un fenómeno cultural que hoy trasciende fronteras.
Durante los días previos al 11 de noviembre se registra en Corea del Sur cerca del 50% de las ventas anuales de Pepero, según estimaciones de la propia compañía. El ritual, que algunos comparan con San Valentín pero en un tono más relajado, incluye la curiosidad de que comer 11 cajas de Pepero a las 11:11 am y 11:11 pm del 11/11 atrae buena suerte, aunque nadie conoce el origen de esta creencia.
En Argentina, el consumo de Pepero aumentó más de 2.400% desde la primera importación en 2003 y actualmente se comercializa en más de 550 puntos de venta, con fuerte presencia en supermercados y locales gastronómicos de la comunidad asiática. Los sabores más elegidos son el original y el white cookie, aunque existen versiones como almendra, nude, crunchy, maní, frutilla, choco cookie, sésamo y ediciones limitadas como matcha, menta, injeolmi o mochi.
En Buenos Aires, la celebración gana adeptos, especialmente entre quienes se interesan por la cultura oriental. Supermercados asiáticos, como los del Barrio Chino, y tiendas de conveniencia coreanas, como Gangnam Express, ofrecen lanzamientos exclusivos y ediciones limitadas durante la semana del 11 de noviembre. Además, la Expo Corea en Costa Salguero, organizada por la Embajada de Corea, incluirá stands dedicados a este producto, importado por empresas argentinas como NeoGeo.
Regalar un Pepero en el país es también compartir una historia que une la cultura coreana y la argentina a través de un símbolo simple y reconocible.












