jueves, 18 de diciembre de 2025

El nistagmo y su impacto en la estabilidad corporal: vínculo entre oído interno y equilibrio

La disfunción del sistema vestibular afecta la coordinación sensorial, generando síntomas como vértigo e inestabilidad. Estudios de la Organización Mundial de la Salud indican que el 30% de quienes sufren pérdida auditiva padecen trastornos del equilibrio, cifra que se eleva al 50% en adultos mayores.

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Explorar la interrelación entre el sistema auditivo y la estabilidad corporal permite comprender el nistagmo, un trastorno caracterizado por movimientos oculares involuntarios y rápidos, de origen vestibular. Esta afección puede manifestarse con vértigo, visión borrosa y dificultad para mantener el equilibrio.

El sistema vestibular, localizado en el oído interno, envía información al cerebro sobre la posición y el movimiento de la cabeza. Cuando esta coordinación se altera, pueden aparecer síntomas como mareos, náuseas y problemas para enfocar la vista. La American Academy of Otolaryngology señala que una de cada tres personas adultas experimentará al menos un episodio significativo de vértigo, y el 10% requerirá atención médica especializada.

La fonoaudióloga Ma. Agustina Leiro, de GAES, explica: “El sistema auditivo y la estabilidad corporal están estrechamente interconectados. Cuando una parte del órgano del equilibrio se ve afectada, el cuerpo intenta compensar la pérdida de información, lo que puede generar desorientación, inestabilidad o movimientos oculares anormales”. Además, enfatiza la importancia de identificar el origen de los síntomas para orientar el tratamiento.

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El nistagmo puede ser congénito o adquirido. Entre sus causas se encuentran infecciones del oído interno, traumatismos craneales, enfermedades neurológicas, medicamentos o alteraciones visuales. Los cuadros más frecuentes incluyen vértigo posicional paroxístico benigno, neuronitis vestibular, laberintitis y ototoxicidad.

El abordaje terapéutico depende de la causa subyacente e involucra rehabilitación vestibular, terapia visual, medicación y ajustes posturales. Leiro agrega: “En muchos casos, la rehabilitación vestibular permite recuperar la orientación corporal y reducir significativamente los síntomas”.

La prevención es clave: el cuidado de la salud auditiva y los controles periódicos permiten evitar complicaciones asociadas al nistagmo y otros trastornos del equilibrio.

“Oír bien también significa mantener el estabilidad corporal”, concluye Leiro. “El oído no solo nos conecta con los sonidos, sino también con el mundo físico que nos sostiene. Cuidarlo es proteger nuestro equilibrio, seguridad y calidad de vida.”

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