La oralidad y los sonidos son la manera más ancestral de contar historias, captan la atención del cerebro humano y permiten comodidad y simultaneidad con otras tareas. El atractivo envolvente del audio crece a medida que se siente cada vez más la fatiga mental y visual del exceso de pantallas.
Las personas están eligiendo cada vez más el registro oral en su día a día, puntualiza un informe de la consultora Trendsity. Estamos viviendo un momento donde existe una renovada búsqueda de todo lo relacionado con el audio: altavoces inteligentes y búsquedas por voz están en pleno crecimiento, auge de podcast (un verdadero fenómeno global que aceleró su crecimiento en los últimos años), la terapias con sonidos digitales (como el ASMR) y aumento de sound emojis y conversaciones en tiempo real. Existe una sensación de descanso del registro visual (fatigado e hiperestimulado) y la percepción de que los sonidos permiten conectar con otras partes del cerebro, las emociones y la imaginación.
Es interesante que la búsqueda también se dirige hacia audio de alta calidad. El boom de los vinilos -sobre todo entre los más jóvenes – y de los software de edición de sonido – otro boom– también es parte de esta nueva demanda.
La oportunidad de las marcas está en seguir explotando la creatividad auditiva en todos estos medios y canales, entendiendo que hay una necesidad latente allí: otro tipo de conexión y de llegada que el audio puede satisfacer de manera inmediata y en cualquier lugar.