Pablo Bronstein es un artista argentino que vive y trabaja en Londres. Realiza desde dibujos hasta coreografía y representaciones, pero siempre con el foco puesto en la arquitectura. Sus ilustraciones de edificios parecen planos arquitectónicos de la Francia del siglo 18 y también de los años 80, con muchas referencias a la época barroca. Pero nunca son dibujos de imágenes reales sino producto de su imaginación.
La Tate Britain (la famosa Tate Gallery ya tiene varias ramificaciones) parece olvidar el pequeño detalle de su nacimiento y crianza porque lo presenta, en su última exposición, como un artista británico. Dice en su sitio web que Pablo Bronstein es el último de los celebrados artistas británicos que crean una obra específicamente en el lugar como respuesta a las galerías Duveen, donde vive el corazón de la Tate Britain. Hace arte situacional, ese tipo de arte que se rebela contra las limitaciones que impone el arte “representacional” (que usa tela, mármol, o cualquier tipo de materia).
Bronstein tiene predilección por el diseño y arquitectura europeos anteriores al siglo 20 y también por crear a menudo actuaciones satíricas que funden elementos modernos e históricos y que hablan del arte y de su lugar en la sociedad.
Lo que está exponiendo en estos días en la Tate, es un ambicioso proyecto que se inspira en los alrededores neoclásicos de las galerías Duveen y en su interés personal en el período barroco para crear una continua representación en vivo. Los bailarines se mueven por las galerías interactuando con los elementos arquitectónicos creando un espectáculo digno de verse.
La suya es una muestra que nos obliga a mirar la realidad como una comunión del ser humano con la arquitectura, con la música y con la historia. Un arte que fusiona movimiento, música, estética y arquitectura de época.
