En vez de ambas substancias, el sistema norteamericano de centros para control y prevención médicas sugiere a los profesionales recetar dos compuestos recientes, oseltamivir y zanamivir. Al mismo tiempo, la entidad recomienda la vacunación antigripal de adultos mayores, dos meses antes de cada invierno boreal. Así ocurre desde hace años en Argentina y Uruguay.
No obstante, los nuevos medicamentos actúan sólo sobre cepas estacionales, no contra la gripe del pollo. Según un informe federal, 90% de muestras virales de influenza tipo A (H3N2) analizadas en laboratorio resisten tanto la amantadina como la rimantadina. La cepa indicada es hoy la más extendida en el hemisferio norte.
Durante los últimos diez años, los científicos venían advirtiendo sobre la creciente resistencia de los virus a varias especialidades antigripales. En escala mundial, la proporción de cepas resistentes aumentó de 0,4% en 1994/5 a 12,3% en 2003/4. Pero, en EE.UU, el avance fue de 1 a 91%. Entretanto, las farmoquímicas miraban para otro lado y la administración federal de Alimentos y Drogas se mostraba curiosamente pasiva.
En vez de ambas substancias, el sistema norteamericano de centros para control y prevención médicas sugiere a los profesionales recetar dos compuestos recientes, oseltamivir y zanamivir. Al mismo tiempo, la entidad recomienda la vacunación antigripal de adultos mayores, dos meses antes de cada invierno boreal. Así ocurre desde hace años en Argentina y Uruguay.
No obstante, los nuevos medicamentos actúan sólo sobre cepas estacionales, no contra la gripe del pollo. Según un informe federal, 90% de muestras virales de influenza tipo A (H3N2) analizadas en laboratorio resisten tanto la amantadina como la rimantadina. La cepa indicada es hoy la más extendida en el hemisferio norte.
Durante los últimos diez años, los científicos venían advirtiendo sobre la creciente resistencia de los virus a varias especialidades antigripales. En escala mundial, la proporción de cepas resistentes aumentó de 0,4% en 1994/5 a 12,3% en 2003/4. Pero, en EE.UU, el avance fue de 1 a 91%. Entretanto, las farmoquímicas miraban para otro lado y la administración federal de Alimentos y Drogas se mostraba curiosamente pasiva.