Descubren relación entre pérdida de peso y pérdida de pelo

El secreto mejor guardado del negocio de los regímenes para adelgazar es que una dieta exitosa puede provocar pérdida de cabello. Esto fue detectado luego de investigar muchos de los casos llevados al consultorio de dermatología.

13 septiembre, 2005

Los regímenes feroces que garantizan resultados rápidos en la balanza
suelen provocar deficiencias nutricionales que, se sabe ahora, terminan desencadenando
caída de cabello en algunas personas. Los dermatólogos explican
que aunque es la deficiencia de hierro en dietas para adelgazar la que generalmente
está asociada a la caída de cabello, el verdadero motivo es deficiencia
de una cantidad de nutrientes. Al alterar bruscamente los hábitos alimentarios
se producen cambios en los niveles de zinc, magnesio, proteínas, ácidos
grasos esenciales y vitaminas D, B y A, que a su vez se asocian con episodios
de caída capilar. El problema afecta a hombres y mujeres, pero son las
últimas las que casi siempre lo advierten y buscan tratamiento, dicen los
médicos.

Para la salud del cabello, los médicos creen que, para adelgazar, las mejores
son las dietas reducidas en calorías que provocan una pérdida de
peso gradual con comidas sanas de todos los grupos alimentarios. Las dietas rápidas
o reducidas en hierro y proteínas, como las vegetarianas y las muy magras,
suelen resultar en deficiencias. Pero también peligrosas son las dietas
con alto grado de proteínas, como la Atkins, que inicialmente desalientan
el consumo de frutas y vegetales, explica Wilma Bergfeld, directora de investigación
clínica para el departamento de dermatología en la Clínica
Cleveland.

Sin embargo, admiten los dermatólogos, ningún estudio científico
ha determinado con precisión si ciertas dietas tienen más o menos
probabilidad de provocar pérdida de cabello. En una persona sana, el pelo
normalmente crece unos dos centímetros y medio cada dos meses. El cabello
tiene un ciclo de vida de tres etapas: la etapa de crecimiento puede durar de
dos a cinco años. Una segunda fase, menos activa, tiene apenas unas seis
semanas de duración aproximada. La etapa final, pasiva, dura de tres a
cinco meses antes de que el pelo caiga y crezca uno nuevo. Alrededor de 15% de
los folículos capilares están en etapa pasiva en un mismo momento.

Los cambios abruptos en nutrición pueden alterar el ciclo de crecimiento
y llevar demasiado pronto los folículos a la etapa pasiva. Eso puede significar
de 20% a 30% o más de aumento en el número de cabellos que se caen
por día. Para alguna gente, esa pérdida derivada de la dieta puede
ser temporaria y durar sólo algunos meses. Una vez que comienzan a ingerir
una dieta más balanceada, el cabello regresa. Pero en otros casos, el episodio
desencadenado por la nutrición puede convertirse en problema crónico
si la persona tiene una predisposición genética para la calvicie,
dice Bergfeld. Además, el problema puede agravarse debido a cambios hormonales,
estrés o medicación.

Como recomendación general, los dermatólogos creen que todos aquellos
que emprenden una dieta deberían tomar un complejo vitamínico que
contenga hierro y limitar la pérdida de peso a medio kilo o un kilo por
semana. Aquellos con antecedentes de calvicie en la familia deberían poner
cuidado especial en obtener la nutrición adecuada y provocar una pérdida
de peso paulatina. Los que recurren a la cirugía anti-obesidad, que por
lo general resulta en rápida pérdida de peso, también deberían
consultar al médico sobre formas de proteger su cabello. Además
de suplementos nutricionales, a los pacientes que se les ha caído el cabello
por cualquier razón, se les aconseja evitar tratamientos químicos
debilitantes, como decoloración o permanente.

Los regímenes feroces que garantizan resultados rápidos en la balanza
suelen provocar deficiencias nutricionales que, se sabe ahora, terminan desencadenando
caída de cabello en algunas personas. Los dermatólogos explican
que aunque es la deficiencia de hierro en dietas para adelgazar la que generalmente
está asociada a la caída de cabello, el verdadero motivo es deficiencia
de una cantidad de nutrientes. Al alterar bruscamente los hábitos alimentarios
se producen cambios en los niveles de zinc, magnesio, proteínas, ácidos
grasos esenciales y vitaminas D, B y A, que a su vez se asocian con episodios
de caída capilar. El problema afecta a hombres y mujeres, pero son las
últimas las que casi siempre lo advierten y buscan tratamiento, dicen los
médicos.

Para la salud del cabello, los médicos creen que, para adelgazar, las mejores
son las dietas reducidas en calorías que provocan una pérdida de
peso gradual con comidas sanas de todos los grupos alimentarios. Las dietas rápidas
o reducidas en hierro y proteínas, como las vegetarianas y las muy magras,
suelen resultar en deficiencias. Pero también peligrosas son las dietas
con alto grado de proteínas, como la Atkins, que inicialmente desalientan
el consumo de frutas y vegetales, explica Wilma Bergfeld, directora de investigación
clínica para el departamento de dermatología en la Clínica
Cleveland.

Sin embargo, admiten los dermatólogos, ningún estudio científico
ha determinado con precisión si ciertas dietas tienen más o menos
probabilidad de provocar pérdida de cabello. En una persona sana, el pelo
normalmente crece unos dos centímetros y medio cada dos meses. El cabello
tiene un ciclo de vida de tres etapas: la etapa de crecimiento puede durar de
dos a cinco años. Una segunda fase, menos activa, tiene apenas unas seis
semanas de duración aproximada. La etapa final, pasiva, dura de tres a
cinco meses antes de que el pelo caiga y crezca uno nuevo. Alrededor de 15% de
los folículos capilares están en etapa pasiva en un mismo momento.

Los cambios abruptos en nutrición pueden alterar el ciclo de crecimiento
y llevar demasiado pronto los folículos a la etapa pasiva. Eso puede significar
de 20% a 30% o más de aumento en el número de cabellos que se caen
por día. Para alguna gente, esa pérdida derivada de la dieta puede
ser temporaria y durar sólo algunos meses. Una vez que comienzan a ingerir
una dieta más balanceada, el cabello regresa. Pero en otros casos, el episodio
desencadenado por la nutrición puede convertirse en problema crónico
si la persona tiene una predisposición genética para la calvicie,
dice Bergfeld. Además, el problema puede agravarse debido a cambios hormonales,
estrés o medicación.

Como recomendación general, los dermatólogos creen que todos aquellos
que emprenden una dieta deberían tomar un complejo vitamínico que
contenga hierro y limitar la pérdida de peso a medio kilo o un kilo por
semana. Aquellos con antecedentes de calvicie en la familia deberían poner
cuidado especial en obtener la nutrición adecuada y provocar una pérdida
de peso paulatina. Los que recurren a la cirugía anti-obesidad, que por
lo general resulta en rápida pérdida de peso, también deberían
consultar al médico sobre formas de proteger su cabello. Además
de suplementos nutricionales, a los pacientes que se les ha caído el cabello
por cualquier razón, se les aconseja evitar tratamientos químicos
debilitantes, como decoloración o permanente.

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