No es para nada frecuente, pero ha pasado en varias oportunidades y eso da pie a pensar en la posibilidad de que ocurra. ¿Por qué? Porque en algunos casos la posición hace que el cuello se extienda hacia atrás en un ángulo demasiado amplio y eso produce que se interrumpa el flujo de sangre hacia el cerebro.
Lo que en inglés llaman “beauty parlor stroke syndrome” o síndrome de ACV en la peluquería describe un fenómeno mediante el cual la exagerada extensión del cuello hacia atrás disminuye la cantidad de sangre que va al cerebro y puede provocar un ACV.
El fenómeno fue noticia el año pasado cuando una mujer sufrió síntomas de ACV poco después de ir a su peluquería en San Diego y luego la demandó por daños y perjuicios. Los medios hicieron una cobertura algo incrédula sobre el incidente poniendo en duda la posibilidad del síndrome.
Buzzfeed, por ejemplo, calificó el síndrome de extremadamente raro, pero igualmente citó a la abogada de la acusación , Elizabeth Smith, cuando dijo que “80% de los estilistas sabían que es posible tener un ACV mientras le están lavando la cabeza”. Probablemente haya llegado a esa cifra por métodos poco científicos, pero la sola mención de 80% es suficiente para asustar a muchas personas, especialmente a las hipocondríacas.
Interrogado sobre esa posibilidad el Director del Comprehensive Stroke Center, Dr. Richard Bernstein, contestó que no es un término médico real. El lavado del cabello con la cabeza hacia atrás es una entre muchas posibilidades que pueden causar la híper extensión del cuello. Y finalmente agregó, para tranquilidad de todos: “Es tan raro que es una pérdida de tiempo preocuparse por eso”.