Polonia se ha ido convirtiendo paulatinamente en el principal destino para el turismo médico en Europa. Los servicios que ofrece en sus clínicas cuentan con equipos e instalaciones que nada tienen que envidiar a los de cualquier país occidental.
La mayoría de esas instalaciones médicas son estatales pero también hay importantes instituciones privadas que son las que más atienden las necesidades de los viajeros del exterior. Todas están certificadas por el Ministerio de Salud Polaco y reconocidas por la Unión Europea y la OTAN. Los médicos y dentistas que atienden allí deben hacer por lo menos un año de internado antes de dar el Examen Médico Nacional. Luego de pasarlo, reciben su licencia médica o dental y recién entonces son debidamente reconocidos por la Unión Europea y los países occidentales.
Son todos expertos con altas tasas de éxito y cobran por lo menos la mitad de lo que se paga en otros países de Europa occidental. Hay una iniciativa del gobierno para fomentar el turismo médico al país y atraer pacientes del exterior. Los factores que contribuyen son la ubicación geográfica de Polonia en el centro de Europa, los vuelos baratos, hoteles baratos y ciudades atractivas para visitar. El turismo médico viene creciendo a razón de 12-15% anual , según una investigación realizada este año por PwC.
En 2016, 488.000 pacientes extranjeros fueron atendidos en Polonia, según la Asociación Polaca de Turismo Médico. Magdalena Rutkowska, propietaria de la consultora Medical Travel Partner, trabaja en esto desde 2010 y dice que el interés por invertir en este sector también es creciente. Esta tendencia se vio reforzada por una directiva de la Unión Europea, implementada en 2013, que permite a los pacientes obtener tratamiento en cualquiera de los estados miembro y obtener reintegros si la intervención está cubierta por planes nacionales de salud.
Polonia, cuya especialidad es cirugía plástica, no es el único país de Europa oriental en recibir este tipo de turismo. Hungría se especializa en servicios dentales a extranjeros y la República Checa ha desarrollado un mercado en cirugía de cataratas.