Taybeh ( se dice “taibé”) se vende a treinta euros por cartón de 24 botellitas de 330 cm3. Esto equivale a US$ 1,84 o $ 5,80 la unidad. Esta cerveza fue creada por una familia de artesanos cristianos en territorio ocupado por Israel. Por supuesto, no es “kasher”.
El nexo con Bélgica es doble. Por una parte, la fábrica original en Gaza fue quemada por los israelíes y la mudanza a Bruselas fue resultado casi natural. Por la otra, la receta proviene de monjes europeos, como es común en Bélgica misma. La operación está en manos de Omar Daana, miembro de la familia homónima.
La Taybeh original –fabricada ahora en Jerusalem- se vende libremente en Palestina e Israel, pero tropieza con la hostilidad de los guardias fronterizos musulmanes o judíos. Ergo, no llega a Gaza, su patria. El lema completo es significativo: “Beba Taybeh, la deliciosa, y ayuda a frenar la israelización de Jerusalem oriental”. El matiz no pasa inadvertido en un mercado que, como el belga, está dividido entre flamencos y valones.
Taybeh ( se dice “taibé”) se vende a treinta euros por cartón de 24 botellitas de 330 cm3. Esto equivale a US$ 1,84 o $ 5,80 la unidad. Esta cerveza fue creada por una familia de artesanos cristianos en territorio ocupado por Israel. Por supuesto, no es “kasher”.
El nexo con Bélgica es doble. Por una parte, la fábrica original en Gaza fue quemada por los israelíes y la mudanza a Bruselas fue resultado casi natural. Por la otra, la receta proviene de monjes europeos, como es común en Bélgica misma. La operación está en manos de Omar Daana, miembro de la familia homónima.
La Taybeh original –fabricada ahora en Jerusalem- se vende libremente en Palestina e Israel, pero tropieza con la hostilidad de los guardias fronterizos musulmanes o judíos. Ergo, no llega a Gaza, su patria. El lema completo es significativo: “Beba Taybeh, la deliciosa, y ayuda a frenar la israelización de Jerusalem oriental”. El matiz no pasa inadvertido en un mercado que, como el belga, está dividido entre flamencos y valones.