Caballos de polo clonados

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La clonación equina permite la preservación genética de caballos de muy alta calidad. Por este motivo, y debido a la importancia comprobada de la transmisión genética en la habilidad de jugar al polo, ya se aplica esta técnica en los caballos de polo.

Encontrar un caballo que combine la velocidad y aceleración de un purasangre de carrera es difícil. Esto es lo que ha llevado a muchos a investigar si la clonación es una forma viable de preservar la genética de los mejores caballos en futuras generaciones.

El primer clon equino de América Latina fue producido por un grupo de científicos argentinos, y Adolfo Cambiaso fue el primer jugador de polo en el mundo en incursionar en el terreno de la duplicación genética.

“La clonación está creciendo a gran velocidad aquí”, dice Adrián Mutto, biólogo molecular a cargo  Crestview Genetics, de Cambiaso, una de las dos compañías argentinas pioneras en la técnica. El plan es convertir a Crestview en una especie de fábrica de caballos creando un banco de clones de algunos de los mejores caballos del mundo y luego vender sus embriones.  Para este año se espera el primer remate oficial de esos embriones. El año pasado hubo compradores que pagaron US$ 70.000 por el embrión de un clon de uno de los caballos estrellas de Cambiaso.  

La clonación es legal en nuestro país, y a nivel institucional ha ganado aceptación generalizada en todo el mundo.  Las grandes asociaciones  internacionales de reproducción aceptan la registración de caballos clonados y han permitido a clones participar en deportes ecuestres en los Juegos Olímpicos desde 2012.

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