Según la interpretación de Aljazeeera, las razones que explican semejante proliferación son muchas, entre las cuales incluye un sistema postal en el que los argentinos no confían y la exención del IVA para los libros, algo que mantiene los precios relativamente accesibles. Pero sobre todo, dice el diario, la pasión de los argentinos por los libros.
Buenos Aires cuenta con una población de alrededor de 2,8 millones de personas, según el censo de 2010, y tiene por lo menos 734 librerías, es decir, aproximadamente 25 por cada 100 mil habitantes. Las únicas ciudades que se acercan a esa cifra son Hong Kong, que suma 22 librerías por cada 100 mil habitantes; y luego le siguen Madrid (España) con 16 y Londres (Inglaterra) con 10.
En declaraciones para un artículo del diario inglés The Guardian, Gabriela Adamo, expresidenta de la Feria del Libro de la ciudad, explicó que “el affaire de Argentina con los libros está relacionado con la ola de inmigración de finales del siglo XIX y principios del XX”. “El libro como objeto se convirtió en un símbolo cultural en aquel entonces. Y es algo que persiste en la actualidad “, dijo.
Antonio Dalto, gerente de la librería Ateneo Grand Splendid, señaló al mismo medio que “los argentinos todavía prefieren entrar y bucear por los libros”. Y explicó: “Tenemos una página web para la venta, pero que sólo representa a un porcentaje pequeño de los lectores. La usan más para elegir los títulos, pero después vienen a comprar el libro real acá, al negocio”.
Según los datos relevados por el World Cities Culture Forum, Argentina es también uno de los países editores de libros más prolíficos de América Latina. El estudio afirma que el número de títulos publicados ha crecido de manera constante en los últimos 10 años: de 16.092 en 2004 a 28.010 el año pasado, cuando el número de libros impresos llegó a 123 millones.
Con una población de 2,8 millones de habitantes dentro de los límites de la ciudad, hay 25 librerías por cada 100.000 habitantes ( 734 según la última cuenta). Su competidor más cercano es hong Kong, que tiene 22 por cada 100.000 habitantes.
Además, según la Cámara Argentina de librerías, papelerías y afines en 2014 hubo de librerías Ar28.010 títulos en circulación y 129 millones de libros impresos, algo que convierte a la ciudad en la más prolífica de américa latina en cuanto a impresión de libros.
Juan Pablo Marciani, gerente de El Ateneo Gran Splendid, una librería ubicada en donde anteriormente estuviera el cine Gran splendid, atrae a 7.000 personas por semana. “Tenemos un cultura enraizada en el libro”.
Es común en Buenos Aires ver gente leyendo en los subtes, parques, cafés y hasta en los centros comerciales dando vuelta las páginas de policiales, novelas de todo tió o de actualidad y de poesía.
Hay otros factores en juego además del profundo amor cultural por la lectura. A los libros no se les aplica el IVA y los fuertes impuestos a la importación de libros o lectores electrónicos ayudan a mantener fuertes a las editoriales locales. Además, los argentinos que usan cadenas extranjeras como Amazon pagan un adicional de 35% en sus tarjetas de crédito nominadas en pesos. Y a los e-readers les cuesta encontrar usuarios.
El director de la editorial Grupo Planeta, Ignacio Iraola, dijo a Asociated Press que “los factores económicos hacen del libro impreso un negocio atractivo para las librerías y convierten al libro en un regalo muy popular en momentos económicos difíciles”. “Un libro cuesta $200 comparado con los $400 que cuesta una camisa. “Y el valor percibido de un libro es mucho mayor”.
The Guardian señala que el amor del país con la lectura se vincula con su obsesión con el psicoanálisis. Virginia Ungar, miembro de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires, le explicó el medio que “el psicoanálisis, la lectura y las artes en general están vinculados porque son todos una investigación de las profundidades de la personalidad. Tanto la literatura como el psicoanálisis trabajan con la palabra”.
The Guardian asegura que no sólo es el mercado de los nuevos libros el que está prosperando: “Buenos Aires también dispone de un total de 102 librerías raras y de segunda mano; después le siguen Londres con 68 o Berlín, con 6 […] la mayoría de ellas se ubican a lo largo de la Avenida Corrientes”.