Comer sushi en Buenos Aires es una aventura. Los hay caros, franquiciados, con propuestas que van desde la fusión franco-japonesa hasta la más popular peruana; y otros, más tradicionales, que se alejan del queso crema para proponer pescados diferentes, cortes gorditos, y algo de la escencia nikkai. Lo demás es un infierno: enormes masacotes de arroz con finas películas de salmón que hacen llorar a quienes amamos el sashimi por sobre todas las cosas.
Pero en el Olimpo del sushi local, Bistro Tokio se alza entre los mortales. El pequeño restó de Belgrano es una verdadera perlita escondida. Es su ubicación el dato de color: lejos de la zona fashion belgrano-palermitana, está en el primer piso de un edificio que sirve a su vez de espacio de yoga y lavadero. Y sin embargo, detrás de la cortina que separa al restaurante de 15 mesas del pasillo más feo en la historia de los pasillos, hay sushi del bueno a un precio que no haría llorar a nadie.
El lugar está atendido por descendientes de japoneses y está lleno de miembros de la comunidad argentino-japonesa, lo que, a priori, da un sello de calidad que no debería desestimarse. Al sentarse, como se espera de un lugar tradicional japonés, traen una toallita mojada y una entrada de chauchas en salsa de soja y aceite de sesamo que sirven para engañar el estomago para los platos que, por frescos, tardan bastante en llegar a la mesa.
¿Qué pedir? El tempura de vegetales y langostinos es siempre una buena opción porque nunca es grasoso y viene con la cocción perfecta: crocante por fuera (gracias al proceso de hana o sakaseru que contempla tirar un poco de la preparación de harina y agua por encima de la fritura una vez que está en el aceite para que queden esos pedacitos chiquitos de masa crocantisíma) y al dente por dentro, si esa es una palabra que se le puede atribuir a los vegetales. La sopa ramen también es una buena opción y un tanto màs económica si se trata de cuidar el bolsillo.
Pero si, como yo, abren los ojos bien grandes cuando llega una tabla llena de sashimis gorditos, niguiris con la temperatura justa en el arroz y rellenos que no sobresalen por su desparpajo de queso crema en los rolls, no duden en pedir, para dos o tres, un sashimi de salmón de 16 piezas y la tabla especial de 26 que incluye unas bombas de arroz, salmón y guacamole (gunkan con guacamole) tan groseras que dificilmente entren en la boca. Esto, que podría ser una contra en la mayoría de los restós con porciones llenas de arroz, es un acierto en Bistro Tokio que presenta a diferentes pescados como protagonista siempre.
Con sake, agua mineral y té verde al final, la velada ronda los $350 por persona, un precio que, aunque no para todos los días, no debería levantar las cejas de los que gustan de esta clase de gastronomía.
Dónde: Bistró Tokio Virrey del Pino 2551 piso 1º, Belgrano
Tel: 4786-6959
Dato curioso: aceptan solo efectivo excepto American Express.
Precio promedio: $200-$250 por persona.