Alemania terminará con la castración de violadores
Aunque la práctica no es común en Alemania, todavía existe. Una comisión europea que aboga por los derechos humanos está presionando a ese país para que termine con esta medida que considera degradante.
24 febrero, 2012
<p>La Comisión Europea para la Prevención de la Tortura y el Tratamiento Degradante como Castigo, una de las organizaciones guardianas de los derechos humanos más importantes del viejo continente, presiona a Alemania para que termine con su práctica de castración quirúrgica. Aunque no es una práctica usual de la justicia<br />
germana — y requiere de condiciones rigurosas para llevarse a cabo- quieren que deje de usarse por considerarla “degradante”.</p>
<p>En ese país la castración quirúrgica es legal para quienes cometen transgresiones sexuales pero también es optativa: los criminales pueden elegir la castración como opción para eliminar sus deseos sexuales y reducir sus condenas. Sin embargo, sólo cinco prisioneros la eligen cada año.</p>
<p>Aunque las recomendaciones de la comisión no son vinculantes sí tienen influencia importante en la política alemana. En un informe, la CTP (por sus siglas en inglés) dijo que la castración quirúrgica es una intervención irreversible que mutila y que no puede considerarse una necesidad médica, ni siquiera en el contexto de los criminales sexuales. Estas conclusiones son el resultado de una investigación realizada en Alemania en los últimos meses del 2010.</p>
<p>Mientras tanto, en Alemania dicen que la castración no es un castigo sino más bien un tratamiento que permite acabar con el sufrimiento de una libido desproporcionada. De esa manera “el tratamiento” aliviaría alguno de los impulsos que llevan a cometer infracciones. De hecho una investigación llevada a cabo por el gobierno aportó<br />
resultados interesantes: sólo 3% de aquellos castrados volvieron a cometer crímenes.</p>
<p>La CPT objetó este argumento diciendo que los efectos físicos de esta operación son irreversibles y pueden afectar a la mente tanto como al cuerpo y que la castración no garantiza la reducción de la testosterona y por lo tanto, la reincidencia. Aparte cuestiona la “libre elección” de los prisioneros en este asunto y recomienda su eliminación por no estar dentro de los procedimientos aceptados por la Asociación Internacional para el Tratamiento de Criminales Sexuales.</p>
<p>En febrero de 2009 el mismo comité había recomendado la eliminación de la misma práctica en República Checa, pero sin éxito.<br />
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